CARROÑEROS, VIVIDORES, ZÁNGANOS
CIUDAD DEL ESTE. Vivimos en un estado coloquial donde el 98% de los ciudadanos paraguayos nos preguntamos porqué no tenemos un juez como Sergio Moro, que le puso el palo en la rueda a los grandes corruptos del Brasil, del esquema conocido como lava jato. ¿Porqué vemos países que ejecutan a parlamentarios, narcotraficantes, delincuentes porque están metidos en corrupción y porqué en nuestro país es al contrario? Aquí diputados, senadores cometen varios ilícitos y sin embargo se los premia a través de los medios con protagonismo, ya que a éstos hay que tratarlos como parias porque en ningún momento estos piensan en el prójimo y sí como sangrarle al prójimo y que sus entornos sean de lo mejor que tengan lo mejor, mientras que el que trabaja apenas sobrevive.
La corrupción imperante en nuestro país que son los negociados, las sobrefacturaciones, el dinero que se derrocha, que se malversa y se despilfarra en diversos supuestos proyectos millonarios, con rótulos de obras sociales, obras públicas, préstamos internacionales y caratularlos como bonos soberanos, entre muchos otros negociados que son cometidos a diario por estos politiqueros. Cómo un país puede admitir a un personaje funesto como Horacio Cartes, que nunca votó, nunca cumplió su deber cívico, y en uno o dos años se candidata como presidente, amparado por los convencionales del partido Colorado, que son aquellos que forman parte de un partido político para poder subsanar la mugre de los que están al frente o como líderes del partido. Y porqué a éstos le vamos a dar nuestro respeto, si son unos sinvergüenzas, caraduras vividores, y basuras de la sociedad, hipócritas, que son manejados a control remoto o a control pecuniario. Así como este juez podríamos tener uno o dos en este país, pero es lamentable, porque vivimos en una decadencia de valores, respeto, honestidad y lealtad al semejante, donde los jueces, fiscales y los ministros de la Corte, que deberían tomar cartas en el asunto, son en su 99% corruptos.