TENDENCIA (Realidades por Charly Friend) La paternidad es un desafío monumental, y cuando se trata de padres solteros, la carga puede ser aún más pesada. A menudo, la sociedad tiene una visión estereotipada de los padres, considerándolos menos amorosos o menos involucrados en la crianza de sus hijos. Sin embargo, hay muchos hombres que asumen el rol de ambos padres y logran criar a personas maravillosas.
Un buen padre no solo provee económicamente, sino que también está presente emocionalmente. Estos padres entienden la importancia de estar involucrados en la vida de sus hijos, desde asistir a eventos escolares hasta simplemente pasar tiempo de calidad juntos. Un buen padre es aquel que está disponible para escuchar los problemas y preocupaciones de sus hijos, ofreciendo apoyo y consejo. Sabe cuándo decir “no” y establecer límites claros, enseñando a sus hijos la importancia de la disciplina y el respeto. Anima a sus hijos a ser independientes y a tomar decisiones por sí mismos, preparándolos para enfrentar el mundo con confianza. No tiene miedo de mostrar su amor y afecto, ya sea a través de palabras, abrazos o gestos pequeños pero significativos.
Por otro lado, un mal padre puede ser aquel que, aunque presente físicamente, está ausente emocionalmente. Estos padres pueden ser negligentes, autoritarios o simplemente desinteresados en la vida de sus hijos. Un mal padre es aquel que no está disponible para sus hijos, ya sea por trabajo, intereses personales o simplemente desinterés. Permite que sus hijos hagan lo que quieran sin ninguna guía o disciplina, lo que puede llevar a problemas de comportamiento. En lugar de apoyar y alentar, critica constantemente a sus hijos, minando su autoestima y confianza. Es distante y no muestra amor o afecto, lo que puede hacer que los hijos se sientan no queridos o no valorados.
Los papás solteros a menudo enfrentan un escrutinio adicional. Se espera que sean proveedores, cuidadores y modelos a seguir, todo al mismo tiempo. A pesar de estos desafíos, muchos papás solteros logran criar a sus hijos con éxito, demostrando que el amor y la dedicación no tienen género.
Estos padres solteros rompen con la idea de que los hombres no pueden ser cuidadores amorosos y dedicados. Actúan como ambos padres, proporcionando tanto el sustento económico como el apoyo emocional. No tienen miedo de buscar ayuda cuando la necesitan, ya sea de familiares, amigos o profesionales. Muestran a sus hijos la importancia de la resiliencia, el trabajo duro y la dedicación.
