NACIONALES (Salud y corrupción, por Redacción) La reciente inauguración del Hospital General de Coronel Oviedo ha sido empañada por una serie de problemas y controversias que evidencian la falta de organización y planificación por parte de las autoridades. A pesar de ser un proyecto tan esperado por la comunidad, el proceso de instalación del sistema de desagüe de aguas residuales ha causado indignación y preocupación entre los ciudadanos.
Inicialmente, se propuso verter las aguas residuales tratadas directamente en el río Tebicuary, lo cual generó una fuerte oposición por parte de la población local. La comunidad, preocupada por la potencial contaminación de sus recursos naturales, alzó la voz y exigió una solución alternativa. Sin embargo, la respuesta del gobierno fue trasladar el problema a otro lugar, lo que solo resultó en más enfrentamientos y descontento en otras áreas afectadas.
La inauguración del hospital se llevó a cabo en un contexto de desorden y desacuerdos, con servicios aún sin funcionar plenamente debido a la falta de un sistema adecuado para el manejo de las aguas residuales. Las autoridades insisten en que el hospital está en condiciones de operar a plena capacidad, pero los ciudadanos se mantienen firmes en su negativa a permitir que sus recursos hídricos y ciudades sean contaminados por un manejo irresponsable de desechos.
Esta situación pone en evidencia una preocupante falta de previsión y organización en la gestión de proyectos públicos, donde los intereses ambientales y la salud de la comunidad parecen haber sido relegados a un segundo plano. La comunidad de Coronel Oviedo y otras áreas afectadas seguirán luchando por una solución justa y sostenible, y no permitirán que sus voces sean silenciadas mientras buscan proteger el bienestar de sus recursos naturales y su entorno.
