CIUDAD DEL ESTE (locales, por Esteban Ross) ) El empresario Oscar Airaldi expuso su parecer respecto a la situación actual en la que se encuentra nuestra querida ciudad, que posee el potencial necesario para ser la Miami de América del Sur, sin embargo no cuenta con el apoyo ni el interés de las autoridades locales, compartimos con ustedes el material elaborado por Última Hora, como en otras ocasiones Airaldi dijo muchas verdades que seguramente serán ignoradas como se acostumbra por aquí…
La capital del Alto Paraná no puede avanzar del turismo de compra al receptivo debido al desorden en la ciudad, los robos, estafas a turista; falta de limpieza, veredas ocupadas o destrozadas y calles maltrechas.
Ciudad del Este, conocida mundialmente por experiencia comercial y sus bajos precios, se encuentra en un punto de inflexión. Con un potencial inmenso para el turismo receptivo, por su cercanía a las Cataratas del Yguazú compartida por Puerto Iguazú (Argentina) y Foz de Yguazú (Brasil), a lo que se suman más atractivos naturales y de ingeniería humana que ofrecen Presidente Franco y Hernandarias, enfrenta una serie de desafíos que la alejan de convertirse en un destino atractivo y sostenible. Es decir, todo se limita al turismo de compras.
El empresario Óscar Manuel Airaldi puso el dedo en la llaga al señalar que el beneficio del turismo receptivo de la ciudad se limita a los grandes centros comerciales ubicados en las cercanías de la zona primaria del Puente de la Amistad, dejando de lado el enorme potencial del microcentro. “El turismo receptivo de las cataratas (Iguazú) termina ahí, en los shoppings que están a la entrada de la ciudad”.
La falta de infraestructura, que se traduce en calles destrozadas, veredas ocupadas y en mal estado de conservación, sumada a la inseguridad que pasa por los constantes casos de estafas, robos y asaltos a turistas y el caos urbano son los principales obstáculos que impiden a los turistas adentrarse en la ciudad, descubrir su verdadera esencia y disfrutarla plenamente, en vez de sufrirla.
“No van más allá debido a las dificultades que implica ingresar al microcentro comercial de Ciudad del Este. No hablo de cruzar el Puente de la Amistad, propiamente, hablo de entrar dentro de la ciudad, que es realmente dificultoso, moverse por ella es todo un tema”, refirió.
MOTOR. Si bien el turismo de compras es el principal motor económico de Ciudad del Este, Airaldi advierte que este modelo no es suficiente para desarrollar un turismo receptivo sostenible a largo plazo. Es necesario diversificar la oferta turística, mejorando la infraestructura urbana, fomentando la cultura y el patrimonio local, y creando un ambiente seguro y acogedor para los visitantes.
El nuevo Régimen de Turismo de Compra (RTC), aunque es un paso en la dirección correcta, presenta desafíos propios. Más allá de las regulaciones, Airaldi destaca la necesidad de modernizar el sistema operativo de la ciudad. La informalidad, la burocracia y la falta de inversión en infraestructura son lastres que impiden el desarrollo de la ciudad y la atracción de inversiones.
Con relación al nuevo RTC, comentó que, como todo régimen, tiene que tener controles por el beneficio que se otorga al momento de la importación de los productos que se da con condicionamientos. “Ahora, no implica que todos puedan cumplir con esos requerimientos y entonces, eso no genera la desigualdad que se plantea, sino que siempre va a haber desigualdad para el que tiene que ser controlado, con relación a un régimen general que es para todos”.
“Esto pretende llevar a una cierta formalidad y eliminar a los importadores llamados de maletín. Probablemente, tengan dificultades a la hora de utilizar el régimen de turismo, pero no pasa solamente por mirar el lado impositivo”, agregó.
Considera que, más allá de un régimen tributario especial, Ciudad del Este se está muriendo sola, porque el sistema operativo que tiene hoy es lento y agónico. Afirmó que no se puede seguir teniendo la informalidad existente en el mercado local.
ESFUERZO. La transformación de Ciudad del Este en un destino turístico atractivo requiere de un esfuerzo conjunto de todos los actores involucrados: gobierno, sector privado y sociedad civil. Es necesario invertir en infraestructura, mejorar la seguridad, promover la cultura y el patrimonio local, y fomentar la participación ciudadana en la toma de decisiones.