CIUDAD DEL ESTE (Judiciales, por Carlos Roa) Es realmente lamentable la situación en el país, donde las instituciones madre están colmados de seudo políticos con frondosos antecedentes por tráfico de influencia, de drogas, enriquecimiento ilícito, coimas, corrupción, y otras yerbas, que engalanan la ineptitud del estado paraguaya, o tal vez no el estado y sí los que administran el estado para poder cumplir las leyes, la justicia, la soberanía del derecho del ciudadano que administra la condena del reo en juicio por los delitos cometidos y siendo que ellos mismos, o sea jueces o juezas están mas sucios que palo de gallinero.
El caso se relata en varios medios del juez Aníbal David Duarte Céspedes, un “meritísimo” con 13 antecedentes en su prontuario, por prevaricato, acoso a alumnas de la universidad y otras sinverguenzías. Pero él es el dueño del martillo que puede bajar efusivamente y balbucear “condenado”. Ahora bien, quién le baja el martillo a éste? El jurado de enjuiciamiento? Y ahí hay otro problema, porque la mayoría de los que están allí también son prevaricatos, corruptos, indolentes gandules, que también no tienen la meritocracia de condenar ni juzgar a nadie porque primero ellos tendrían que darse un lavado de lavandina, para clarear sus responsabilidades e idoneidades.
Los abogados Alejandro Ruiz Nicolaus y Aurelia Martínez, en el marco de una causa sobre desalojo lo habían denunciado por prevaricato y el expediente está aún en trámite en el JEM. La mediatez del actual presidente del órgano juzgador, senador Enrique Bachetta, no le hace ningún favor a la administración de justicia, según lo demuestran sus últimas intervenciones en lo que respecta a la VI Circunscripción Judicial.