Las Harpías del Congreso

BUSCANDO EL REKUTÚ CON LA COLA

CIUDAD DEL ESTE (politiquería, por Carlos Roa) Días pasados amanecimos con una imagen nueva de doña Fonseca, una de las tantas harpías del congreso donde estaba acababa de salir de su sanatorio de tunning, donde salió a exhibir sus curvas pronunciadas y que a ratito las redes sociales decían que esto, que aquello, que cómo, de dónde, esta impresentable parlamentaria sacó la plata para hacer todos estos artilugios corporales, que como mínimo se habrá gastado unos 50 mil dólares. Y también la publicidad de un gomero que dio mucho que reír al exhibir un cartel donde decía “Cubiertas usadas en buen Estado, como la cola de Fonseca, duras resistentes como la cara de Ibañez, super accesible como político pidiendo voto”.

En fin, lo que decía el cartel no está fuera de contexto de la sin verguenzía de estos parlamentarios, donde realmente es calamitoso como se produce estos fenómenos políticos, una vez más en Paraguay, donde se compra una banca para ser diputado o senador, como mínimo hay que tener un 100 mil dólares para figurar como candidato allá por el quinto lugar y si fuese el primero ndaje según las versiones que corren por los saguanes del parlamento, llega hasta unos 500 mil dólares. Esta es una clara señal que para el novel político o aquel individuo que quiera candidatarse, tiene que tener como mínimo unos 500 mil dólares o empezar la casa, la del suegro, de los cuñados, su propia casa y quién sabe, hacer un delivery si es un buen mozo como Santi, servicios sexuales cobrando a las abuelitas unos 250 mil guaraníes por hora. Caso contrario esto queda en el sueño, o como suele decirse, es un castillo de arena de las ilusiones generadas a través del Dios del sueño Morfeo, que cuando te despertás esto es más parecido a un pandemonio.

Y volviendo a la Harpía liberal que hace cuatro años está en el poder, hija de familia humilde, que gracias a una politiquería banal, corrupta, sin criterios, sin moralidad y sin dignidad, estas personas ocupan el lugar donde están sin ningún mérito porque haciendo un análisis, qué hizo esta para merecerse el rekutú y el cariño de sus sufragantes. Esta impresentable parlamentaria no presentó ningún proyecto en beneficio de sus conciudadanos, solo levantó la mano para votar algún negociado que le pudiera rendir algún tuneado, por lo que no ha reunido ningún mérito para que sus electores nuevamente depositen sus votos y su confianza en esta harpía del parlamento nacional.

Las harpías eran inicialmente seres con apariencia de hermosas mujeres aladas, cuyo cometido principal era hacer cumplir el castigo impuesto por Zeus a Fineo: valiéndose de su capacidad de volar, robaban continuamente la comida de aquél antes de que pudiera tomarla. Esto las llevó a pelear contra los Argonautas.

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