Una mujer mayor
siempre será más tentadora
CIUDAD DEL ESTE (tendencias, por Carlos Roa) En un vaivén de la vida hoy día la relación corporal de un hombre y una mujer se volvió un poco apática por un lado, cuando los hombres eligen una fruta verde o casi verde y no una mujer de mucha cancha que se encuentra en un estado volcánico por ostentar el poderío corporal, así como cuando se abre totalmente las pétalas de las rosas al placer. Es ahí donde vemos las mujeres mayores, donde son más talentosas, recorren mejor el camino del amor y el placer, generando un vaivén de emociones que solamente las mujeres de mucho caminar lo saben hacer. Entendemos hoy día que el placer, el sexo y otras conjugaciones del roce entre hombres y mujeres, mujeres y mujeres, hombres y hombres es un tabú pasado a la historia. Recordemos que tiempos atrás, cuando el hombre tenía intenciones de hacer el amor y pedirle a su pareja, novia o vecina, este se sonrojaba todo. Hoy al contrario, cuando la vecinita, el carilindo del barrio se aparece por su lado y no le sugiere nada, esta le propina una pregunta como un golpe de upercut así como de Mike Tyson al vecinito; ¿y cuándo hacemos?
Las inexperientes mujeres de poca edad quieren convertir esa lectura en un derecho de conocimiento y prepararse futuramente para un enlace matrimonial, donde los deberes maritales puedan ser cumplidos a cabalidad. Y es ahí donde se destacan las mujeres mayores que tienen un periplo de vida y son más tentadoras. Pero muchos hombres prefieren el sexo pubértico de que una mujer con experiencia y que a cada movimiento deja profundas huellas por ese cuerpo va recorriendo con los labios y mojando con la punta de la lengua. Para aquellos hombres que puedan leer esta síntesis del placer de la vida, no se olviden que una mujer mayor siempre será más tentadora.
