APURIL Y TRINIDAD ES IGUAL A VYROREÍ
CIUDAD DEL ESTE (politiquería barata) Muchos nefastos personajes vuelven a estar en el Congreso paraguayo y también algunos nuevos, como el caso de Tony Apuril, el seudo comediante, que cuando se le preguntó sobre el caso de Darío Messer, este dijo que no sabe nada, que no escuchó nada y que no puede opinar. Pero qué bien empezamos, con esta clase de parlamentarios, que no saben nada y que asumen posturas tibias o incluso complacientes, apenas asumidas sus funciones en el Parlamento. También vuelve Oscar González Daher, uno de los más polémicos, quien incluso había sido rajado del congreso anterior, pero ahora, gracias a la lista sábana, vuelve a aparecer en el Senado, como si nada, al igual que Jorge Oviedo Matto, otro impresentable, que había sido destituido por los negociados cometidos, y que ahora nuevamente se presenta como blanca palomita. Así como estos hay muchas bazofias, como Víctor Bogado, Pipo Alfonso, Javier Zacarías Irún, que debería estar en la cárcel, pagando sus deudas con la justicia, también tenemos un perfecto idiota paraguayo, que lastimosamente ocupa un cargo en el Congreso, Carlos Portillo.
Realmente somos unos malditos hipócritas, todos muy grossos gua´u, a la hora de defender a la nación con teclado y discurso, y ni se suman a defender la constitución frente al congreso. Todavía no pudimos llenar un miserable bus con bajísimo costo de pasaje y viático incluido. Pero si el viaje era para un clásico con 3 buses, nos quedaríamos cortos. Nos merecemos cada segundo de sufrimiento por indolentes e indiferentes hipócritas, es lo que somos la mayoría los paraguayos. Que en la cocina balbuceamos epítetos contra estos sinvergüenzas, porque miren bien, aparece en tela de juicio un nuevo diputado chovy por Alto Paraná, ex juez Manuel Trinidad, catalogado como uno de los más corruptos, que forma parte de los prevaricatos del palacio de la justicia. ¿Y cómo esperan que cambie esta sinverguenzía en nuestro país? Me gustaba más antes cuando los asaltantes entraban encapuchados, de que hoy ingresan de traje y corbata.