CIUDAD DEL ESTE (Reflexión, por Zunigon) Realmente asombroso, siempre estamos escuchando hablar de lo importante que es beber agua y por lo menos uno de cada dos personas te lo recomienda y principalmente los profesionales del área de la salud. Es por ello, que durante la jornada buscamos un vaso o botella con agua para hidratarnos en el día, pero ahí no está el problema, lo malo se da cuando en la hora de la noche decidimos llevar un vaso de agua hasta la comodidad de nuestra habitación y lo colocamos justamente alado de nuestra cama.
¿Quieres saber cuál es el problema? Antes que nada, es antihigiénico, esto se da desde que el vaso se encuentra en un estado de reposo, desde las horas de la noche y en ese periodo de tiempo se puede caer sobre el mismo, polvo, escombros o incluso insectos que se encuentra en el interior del dormitorio y posteriormente termina en el vaso.
También se puede presentar el caso en el que en las horas de la madrugada te despiertes, sientas sed y recurras al vaso de agua que se encuentra en tu mostrador y sin percatarte o más bien sin pensar en la posibilidad de que el agua esté contaminada decidas ingerirlo. Esto sería una mala decisión, si te sientes identificado es hora de tomar conciencia y no volver a hacerlo.
Para estar informado, es importante que sepas que el agua en reposo puede convertirse en un lugar fundamental y acorde para las bacterias, y posteriormente convertirse en un espacio acogedor para la producción de los gérmenes. Estos son los motivos por el cual debes dejar de dormir con un vaso cerca de ti.
Al ingerir un trago de agua, dejas una cierta cantidad de saliva en la parte inferior del vaso, no olvidemos que la boca está llena de bacterias, y si el mismo se encuentra en el borde del recipiente lo más evidente es que en toda la noche se multipliquen esas bacterias.
El agua que está expuesta al aire pasará por algunos cambios químicos, cuando la dejas afuera y expuesta durante la noche, el dióxido de carbono llega al vaso. Para evitar esta situación, solo toma un vaso de agua fresca antes de acostarte y hazlo al menos 2 horas antes. De esa manera, no interrumpirás tu sueño. Recuerda que el 60% del cuerpo humano es agua.
No olvides hidratarte durante el día, ya que si no lo haces corres el riesgo de sufrir intoxicación, dolor de espalda y otros. Sin embargo, al hidratarte ocurre un proceso en donde el líquido comienza a limpiar tu estómago, desechar bacterias, eliminar partículas de comida, y al hacerlo tú cuerpo te lo agradecerá.
