CIUDAD DEL ESTE (Salud, por Charly Friend) Ya no sé más con que palabras comenzar este relato porque donde se lo vea, se lo mire, se lo aprecie ya no es más un apéndice y si es una peritonitis, la salud en nuestro país viene de mal en peor comenzando por el IPS Instituto de Previsión Social, donde el trabajador mensualmente aporta su cuota siendo el 4% del sueldo mínimo vigente y esto va de cada ciudad para las bolsas del IPS, según fuentes CDE recauda 1.250.000 dólares de los aportantes de este seguro de vida pero sin embargo cuando el asegurado va tiene que tener mucha suerte y tiene que tener un pariente político hurrero o algún buruca con peso que pueda darle el incentivo en donde el médico haga su trabajo como se debe hacer porque o si no puede ocurrir como ocurrió la vez pasada con los doctores Gustavo Cabrera, Alber Giménez, Romina Fleitas y César Bavera que hicieron un juramento hipocrático y amputaron una pierna equivocado hipócritamente a un asegurado del IPS, esto no sería una mala praxis, y si una peor praxis para aquellos que estudiaron para ser médicos, para salvar vidas y no para ser sepultureros y enviar a los pacientes directo al sarcófago.
Llegamos a otro punto donde uno dice y ve que en el tal hospital San Jorge es una institución para gente no pudiente que tienen problemas cardiacos y que sería un santuario de vida mejor para un corazón realizándose catéteres, operaciones de corazón abierto y otras necesidades que el articulador de vida da, conociéndolo como el corazón y que ya pasaron muchos cardiólogos por ahí y en medio de esos siempre hay y habrá alguno que no tiene la mínima ida de responsabilidad y que no sabe que el semejante que está frente a él está ahí porque NECESITA y no es porque se va no más de visita, donde las atenciones en muchos casos como el cardiólogo Diego Alberto Bogado, no está ni ahí por esas personas y seguramente estos cobran por hacer estos servicios, hablamos del cardiólogo que llega a casi una hora y media de atraso a su lugar de trabajo, y quién los controla a ellos? Nadie, porque los demás que están ahí son secretarios y les tienen pavor a los doctores, no hay un estímulo de decencia y lealtad al juramento hipocrático que hicieron y sí son unos grandes hipócritas, muchos de los pacientes llegan de lejos al San Jorge y llegan con el turno número 1 o 2 y estos hacen pasar primero a sus amigotes o algún recomendado político y no al pobre paciente que está con el corazón en la mano a atenderle primero y tratar de encontrar la salvación.
Claro está caros lectores que el San Jorge es un hospital del corazón en nuestro país que dicen que tienen los mejores doctores en ese rubro pero también tienen algunos irresponsables pendejos que son cardiólogos por teoría y no por la práctica y experiencia, y son estos los jejapolos, lo arrogantes como este muchacho Diego Alberto Bogado que llega tarde a su lugar de trabajo y personas que fueron a consultar y tenían el número uno para ser atendidos tuvieron que regresar a su pueblo con el corazón en la maleta y con la mirada al cielo para que este órgano fundamental del cuerpo no se trunque por el camino.