CIUDAD DEL ESTE (REALIDAD, por Redacción) Este fin de semana se hizo viral en redes sociales unos videos donde se le veía al Vice Ministro de Salud Juan Carlos Portillo compartiendo feliz en una reunión donde evidentemente no mantenían distancia, ni siquiera usaban mascarillas de protección ni ningún cuidado o cumplimiento de la cuarentena que cada día confirmamos es obligatoria solamente para los comunes, claaaaro es que el virus revisa cuentas bancarias y principalmente cargos públicos antes de decidir a quién va a enfermar.
Pero ese no fue el único evento del fin de semana, la Fiscalía y la policía intervinieron en la boda de una pareja en la ciudad de Tobatí, la fiscala Angélica Insaurralde ordenó vía telefónica que se tomen los datos del organizador y del propietario del lugar, un evento con aproximadamente 60 personas. Comparando con el derroche de dinero y la fregada de impunidad que fue la boda de Sol Cartes, donde acudieron más de 150 invitados. Aquí aplica una vez más el refrán tan común en nuestro país. “Para mis amigos todo, para mis enemigos (en este caso los comunes) todo el peso de la Ley”. Mientras en la boda de Sol naaaaadie pudo intervenir, “no hubo nuuunca denuncia” mientras por todos lados circulaba hasta el menú que se iba a servir, la justicia no pudo proceder nunca, y cuando se les reclamó respondieron que en la ceremonia religiosa si se cumplió el protocolo, que protocolo?? Todo estaba prohibido.
Una vez más una bofetada para la ciudadanía, donde los de arriba hacen lo que se les antoja y los demás viviendo al día, esperando donaciones para poder realizar las ollas populares de la que dependen miles de familias. Ahora el ex Vice Ministro Juan Carlos Portillo alega que tuvo que renunciar por “paz mental” ndaje, cómo puede siquiera dormir este y su amigo Mazzoleni y todos los otros bandidos, delincuentes que se embolsillaron hasta el último tapabocas sin importarles nada el futuro del resto del país. Siguen sin dar la cara frente a las dudosas muertes, son varias las familias que están exigiendo autopsia para sus fallecidos, registros médicos o al menos alguien que pueda dar alguna explicación sobre lo que ocurre dentro de los hospitales. Se les debería caer la cara de la vergüenza y del feroz genocidio que va a ocurrir si es que la “regla de tres simple” de la que tanto habla el Director de Vigilancia Sanitaria Guillermo Sequeira se llega a cumplir.