CIUDAD DEL ESTE (Negligencia Fatal, por Carlos Roa) El Este del país se vio conmocionado estos días, con lo sucedido en el estacionamiento de un supermercado; dos padres de familia, si es que pueden ser llamados de esta manera, que dejaron a sus dos hijos, de 5 y 2 años de edad, solos en el interior del vehículo, mientras ellos ingresaron al supermercado. Pero no era apenas eso, en el interior del rodado, debajo del asiento, había un revólver calibre 38, propiedad del padre, un suboficial policial, de 35. El arma estaba cargada y lista para disparar, cuando fue encontrada por el niño, quien en su cándida inocencia, pensó que era un juguete y le disparó a su hermanita de 2 añitos. La pequeña recibió un balazo en el estómago y lógicamente, no sobrevivió a la herida. Realmente un caso tétrico y espeluznante, que nos hace reflexionar sobre el grado de estupidez humana que puede ser alcanzado por algunos ciudadanos y la desprolijidad de los instructores de estos individuos que quieren ingresar en filas policiales deficiente preparación o responsabilidad, ¿para qué la escuela de policía? Sin embargo, el ingreso de ahijados o algunos letraditos que ponen un regalo preferencial para los directivos, según se refirió un informante a nuestro medio, que actualmente se encuentra estudiando en la escuela policial.
Un caso realmente fatídico, el ocurrido en CDE, y que confirma una vez más aquel viejo adagio que “las armas las carga el diablo”. En este caso, por supuesto la culpa no es del arma, sino de este volái negligente e irresponsable, quien ahora deberá responder, conjuntamente con su pareja, por la muerte de su hija. La Fiscalía ya anunció que lo imputará por homicidio culposo y violación del deber del cuidado, pero lo que se pregunta la ciudadanía es ¿qué tipo de preparación recibió este sujeto en la Academia policial? ¿Acaso no aprenden que no pueden dejar armas cargadas en el vehículo, con criaturas adentro? Ni siquiera hace falta ser policía para saberlo, pero éste reverendo irresponsable ignoró todas las advertencias y sucedió lo que sucedió.
Hoy en día ni las botellas de agua no se dejan dentro del vehículo pues es sabido que el calor hace que se vuelva tóxica, se considera negligente dejar a las mascotas encerradas en el auto aunque estén con aire acondicionado, y qué se puede decir de dejar a dos niños pequeños sin noción del peligro y ni siquiera pueden excusarse en que el responsable estaba solo y no le quedó de otra, ¿qué necesidad había de que bajen los dos padres al supermercado? Esta irresponsabilidad no tiene nombre y el más perjudicado aquí es el niño que deberá crecer con el estigma de haber matado a su hermanita, qué justicia existe para estos dos niños que cayeron en manos de dos insensatos.