(Parte 4)
Por Carlos Roa
Prolijo: es una palabra que muy pocas personas conocen y tal vez por eso no son detallistas. Esto es lo que da lugar a la falta de limpieza hospitalaria, el mantenimiento de una infraestructura hospitalaria en el país, en donde vemos la mayoría de sus hospitales públicos descuidados en todos los sectores e inclusive en sus propios funcionarios, que muchas veces los vemos escabrosos en un lugar donde debería imperar la limpieza absoluta, la desinfección en su máxima expresión, por ser un lugar donde ingresan personas en estado de salud grave, y que tienen que ser resguardadas a toda costa, como por ejemplo un paciente, ya sea tercera edad, mayor adulto, adolescentes, niños o recién nacidos, entran en un cuadro de neumonía o gripe, tendría que tener una sala especial donde enfermeras y parientes o visitas, deberían ingresar con tapabocas, lo cual no se cumple.
Las limpiadoras asean el lugar con agua, trapo y el palo de repasar, y los productos para eliminar los virus y bacterias, dónde están? Creolina, lavandina, que a cada 12 horas se tendría que hacer, para que las salas de internación puedan ayudar al paciente a recuperarse nuevamente. Pero muchos de ellos lo que consiguen después de 2 o 3 días de internación es una infección hospitalaria. Y los médicos para sacar la nalga a la jeringa le llaman de cualquier nombre, como neumonía hospitalaria, solo falta que le llamen neumonía satelital.
Recorrimos hospitales como el de Ciudad del Este, Santa Rosa del aguaray, Concepción, realmente deja mucho que desear, además porque la nobleza que tendrían que tener los médicos, deberían estar acompañados de la prolijidad, el aseo y el mantenimiento de los hospitales en condiciones saludables para los pacientes y enseñar a los que ingresan de cómo cuidar el bien del estado, que está en manos de ellos, pero no lo hacen porque prefieren hacer negociados que hacer una gacetilla de información y educarles a los ciudadanos.
Vemos como somos maltratados, torturados y hasta experimentados, cómo, experimentados? Cómo? Y si, te llevan a una sala de internación y allí el paciente postrado en una cama siente el filo de las agujas, con ingredientes muchas veces desconocidos y hasta a veces sale más enfermo de lo que entró. Primero por el trato, segundo por los antibióticos y tercero por lo insalubre que son los locales, que deberían estar totalmente limpios y desinfectados, con los utensilios primordiales, como el tapabocas, guantes, alcohol en gel, artilugios que figuran en el presupuesto, desde el Ministerio, no se sabe qué ocurre, pero los presupuestos nunca llegan pero sí se los ve en tapas de diarios. Amén! SOS, o como dicen los americanos, mayday, mayday, la salud en Paraguay no solamente es una miseria, es como el campo de concentración Auschwitz, donde manejaba el propio Joseph Mengele.