CIUDAD DEL ESTE (Astronomía, por Charly Freenz) Según las últimas investigaciones de los científicos, detectaron un hallazgo realmente sorprendente y asombroso, de que nuestro sistema solar está rodeado por un túnel magnético que puede ser visto mediante ondas de radio. Según Jennifer West, investigadora de la Universidad de Toronto (Canadá) y autora principal del estudio, su teoría se basa en la presencia de dos estructuras brillantes que se encuentran en lados opuestos del cielo, denominadas el espolón polar norte y la región del abanico. Los astrónomos conocen ambas estructuras desde hace décadas, pero la mayoría de las investigaciones se centraban en ellas por separado. West y sus colegas, por el contrario, creen que están conectadas y hechas de partículas cargadas y un campo magnético en forma de cuerdas largas. Esta conexión, a su vez, forma lo que parece ser un gigantesco túnel alrededor de nuestro sistema solar.
“Si alzamos la mirada hacia el cielo, veríamos esta estructura en forma de túnel en casi todas las direcciones”, señala West. “Claro, si tuviéramos ojos que pudieran ver la luz de las ondas de radio”, aclara. West utiliza el mapa de la Tierra como un ejemplo en menor escala de su teoría. En nuestro planeta, el polo norte está en la parte superior y el ecuador está en el medio, a menos que lo observes desde una perspectiva distinta. West considera que esto mismo ocurre con el mapa de nuestra galaxia.
“La mayoría de los astrónomos miran un mapa con el polo norte de la galaxia hacia arriba y el centro galáctico en el medio. Una parte importante que inspiró esta idea fue rehacer ese mapa con un punto de vista diferente en el medio”, explica. De esta forma, usando modelos y simulaciones, los investigadores determinaron que ambas estructuras se encuentran a unos 350 años luz de la Tierra y poseen una longitud de unos 1.000 años luz, el “equivalente a viajar entre Toronto y Vancouver dos billones de veces“.
En opinión de West, “los campos magnéticos no existen de forma aislada”, todos deben conectarse entre sí. “Entonces, el siguiente paso es comprender mejor cómo este campo magnético local se conecta tanto al campo magnético galáctico de mayor escala como a los campos magnéticos de menor escala de nuestro sol y la Tierra”, agrega la astrónoma. Por su parte, uno de los coautores del estudio, Bryan Gaensler, reconoce que “este es un trabajo extremadamente inteligente” y que, al principio, había pensado que “estaba demasiado ‘fuera de lugar’ para ser una posible explicación”, pero que finalmente la idea lo convenció y que ahora está emocionado por ver cómo reacciona el resto de la comunidad astronómica.