En nuestro país, las profundas desigualdades sociales se pronuncian aún más entre autoridades nacionales, politiqueros y la ciudadanía. La gráfica es elocuente, vemos un lujoso Toyota Landcruisser, digno de un mandatario de primer mundo. Luego observamos un jeep Cherokee del año, usado por diputados, senadores y otros. Luego, la Nissan Navara usada por ministros, gobernadores, entre otros y finalmente, el “trolebús”, micro, colectivo chatarra y otros adjetivos que se le dieron a este medio de transporte que es realmente una humillación para el ciudadano, como vemos en la gráfica, con gente incluso colgada de las estriberas, tratando de mantenerse en el bus en movimiento. Pero gracias a Dios que tenemos autoridades de control de tránsito, que son muy considerados y por eso perdonan este tipo de desplazamientos apeligrando la vida de los pasajeros que van destino al nuevo rumbo, ja ja ja, jaguá to´u nde bola, Manuel Jara.
