CIUDAD DEL ESTE (realidad fatídica) Realmente este Covid-19 trajo muchas patologías del comportamiento del ser humano. Algunos amanecieron con ínfulas de Coronela y otros con ínfulas de honestidad, pero saqueando, coimeando, exigiendo y saliendo en la pista de la zona primaria, gritando como esas locas que están en sus días de menstruación. Nos referimos al gran sinvergüenza capitán de corbeta Walter Díaz, que de milico naval ahora es aduanero actual, con la mayoría de sus Popé-Ye$ marineros que están a su cargo, reveló un conocido abogado. Y el segundo, el capitán Luis Torres, que se pasa diciendo tonterías y amenazando con matar a prójimos y extraños, como lo oímos una vez en comunicación con el grupo de marinos instalados en la cabecera, o sea en el primer anillo del puente de la amistad, ingresando desde el Brasil.
Es ahí la gran pregunta de muchos aduaneros, con 20 a 25 años de servicio, que se encuentran frustrados por lo que ocurre ahora, donde ellos tendrían que controlar y verificar los productos que ingresan para luego tasar el valor de impuesto que tenga que pagar por importación de algunas empresas en regla, acompañados de los despachantes y secretarios que se encargan de hacer los trámite$. Todo esto manipulado por un zar del contrabando, Juan Carlos Machuca, secundado por Juan Carlos lente´i, un tal Tiburón Villalba, y el operador de máquinas y portón 1, David Olmedo alias “Hamburgue”. También estuvo en el portón 1 un tal Dieguito Machuca, como contralor de lo que salía del predio aduanero, donde ocurría la famosa mejicaneada.
¿Como? Mejicaneadaa? Si, los despachos menores fueron prohibidos, ahora solamente despachos mayores y es allí donde existe la mejicaneada, las carretas tapadas con lona y si acaso abren se ve lechugas, tomates, una huerta de frutas y verduras y más abajo había sido ingresaban los pollos, ya sean alitas, menuditos y muslitos. Todo estaba cocinado cuando llegaba a destino y si por acaso no estaba doradito, también se iban fardos de azúcar, porque suele la señora Sarita Garófalo que para dorar un pollo hay que poner un poquito de azúcar. Y este era lo que decían que no veían nada, tampoco el capitán veía, pero sí cuando le apretaba mucho las bolas, este hacía un supuesto recorrido por aguas del río Paraná para agarrar algunos pescaditos, mientras tanto los tiburones pasaban en la carreta.
Inclusive hay personas que corroboran taxativamente que el capitán cobra 100 dólares por cada empresario que cruza en el vaivén fronterizo y que son más o menos 80 a 100 diariamente, pero este prepotente y desatinado, pero sinverguenzón se cree por ser el cuñado del vicepresidente Huguito Velázquez, que a la vez es hermano del comandante de la Armada Paraguaya, Almirante Carlos Velázquez, que había pasado a retiro en tiempos de Cartes, y con el ingreso de Mauritu$, este logró otra vez su reincorporación, gracias a una acción de inconstitucionalidad presentada ante la Corte Suprema, fue reincorporado al servicio activo, algo totalmente ilegal por donde se lo mire, además de violar la Ley del Estatuto Militar. De última según fuentes nos relataron que los aduaneros de CDE preparan una huelga, ya que no pueden ejercer sus funciones, ahora son los Popé-Ye$ que hacen los controles, verifican los papeles, las mercaderías, en fin, dejando totalmente de lado a los funcionarios de carrera, que se sienten usurpados por un tavyron colí, como le dicen la mayoría al tal Walter y sus “Popé-yes”.