FATÍDICA REALIDAD DE MUCHAS CIUDADANAS PARAGUAYAS

Trata de mujeres y reducción a la servidumbre en el Paraguay

La trata de personas, que afecta principalmente a mujeres y menores de edad, es un viejo problema social de los países latinoamericanos, como el Paraguay, en donde hasta hace poco no existían herramientas legales para combatir este flagelo, muy asociado a la reducción a la servidumbre, ya que las personas víctimas de trata, cuando no son explotadas con fines sexuales, lo son con fines laborales. Un hecho revelador lo constituye el que prácticamente no existen cifras oficiales sobre la trata de personas en el país, ya que esta práctica no estaba penalizada. Pero es bien sabido que desde hace décadas se da esta realidad, más precisamente desde la época stronista.

Según datos del Ministerio Público, entre diciembre del 2011 a diciembre del 2012, unas 126 personas de origen paraguayo fueron víctimas directas de trata en distintos países del mundo, de las cuales la mayoría son mujeres y adolescentes de sexo femenino. A su vez, la mayor parte de estos casos son de trata con fines de explotación sexual.

El año pasado, nuestro país ha aprobado una nueva herramienta legal, la Ley Nº 4.788, Integral contra la Trata de Personas del Paraguay, un avance en el combate a miembros de redes mafiosas. En términos económicos, la trata de personas, considerada una forma moderna de esclavitud, se ha convertido en un negocio que reporta ingentes beneficios a los traficantes, en tercer lugar por debajo del tráfico de drogas y de armas. La Oficina de las Naciones Unidas contrala Droga y el Delito estima que unos 2,5 millones de personas son víctimas en todo el mundo de trata de seres humanos. Aproximadamente el 80% de las víctimas transnacionales son mujeres y niñas, y hasta un 50% son menores.

Conforme a información proporcionada por la Unidad Especializada en Trata de Personas, del Ministerio Publico del Paraguay, durante los años 2011 y 2012 fueron tramitadas 83 causas sobre trata de personas, de las cuales derivaron 177 víctimas directas, o sea personas que fueron tratadas, y 108 víctimas indirectas, o sea personas con vínculos cercanos a las víctimas. El principal país de destino de las víctimas paraguayas es Argentina, seguido de países europeos.

EN CIUDAD DEL ESTE

En la capital del Alto Paraná, existen muchos casos de reducción a la servidumbre, principalmente en los negocios del microcentro, manejado por comerciantes foráneos, como coreanos, chinos, árabes, brasileños y argentinos, en menor medida, que hacen trabajar a sus empleados hasta 16 horas al día, por un sueldo inferior al salario mínimo legalmente vigente, sin otros derechos laborales, como el seguro IPS, pago de horas extra, vacaciones, entre otros beneficios laborales. Y para empeorar aún más las cosas, en muchos casos, las funcionarias son sometidas a todo tipo de humillaciones, más allá del permanente acoso sexual de los patrones y mandos medios, son obligadas a vestir paños menores, cual si fueran prostitutas, hacer bailes eróticos o entonces desnudarse y dejarse pintar el cuerpo, con el pretexto de atraer clientes. Sin embargo, funcionarias de origen brasileño, reciben un trato diferenciado, porque la mayoría de estos mencionados viven en Brasil.

La trata de blancas es una realidad latente, en CDE, como por ejemplo la famosa Casa Blanca, un prostíbulo ubicado en pleno centro, al costado de la escuela 354, más conocida como escuela Guazú, cuyo propietario es un libanés, que según su prontuario, este embauca a jovencitas bellas con el cuento de que en Sao Paulo harían fama y dinero en empresas publicitarias, sin embargo al final son llevadas a los lupanares brasileños y allí quedan confinadas hasta que queden como trapos humanos. Este prostíbulo jamás fue visitado o fiscalizado por las autoridades pertinentes, como la fiscalía, jueces, y además según la fuente nos relató que no tiene ningún tipo de temor porque pagan la protección a la comisaría primera, al jefe de la GEO, al jefe de Orden y Seguridad y otros que estarían siendo los contralores de estos delitos, en la cual muchas ciudadanas paraguayas son víctimas y otras estarían en camino. Después vienen con el cuento que el 24 de febrero es el día de la mujer paraguaya. Esto es puro cuento o simplemente más un día de los Fariseos, tratando de vender productos que harán gozar de felicidad a esa mujer valiente y tenaz, que es la mujer paraguaya, como lo dijo Francisco Bergoglio, el Papa del siglo XXI.

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