Vivimos en una sociedad al borde de la locura

AHORA EFECTO VYRO CHUSCO

CIUDAD DEL ESTE (Realidad fatídica, por Carlos Roa) Una sociedad al borde del abismo del cataclismo social que impera en nuestro país, al ver los hechos ocurrentes diariamente de violencia de género, violencia deportiva, violencia política, violencia callejera, e inclusive violencia en el tránsito uno no puede siquiera mirarse para ver quién está a su lado o cuál es el vehículo que pasa, como el caso del subcomisario que bajó de su vehículo y propinó puñetazos a otro conductor porque lo miró mal. Y como si fuera poco, también atropelló a un motociclista, el motivo no se sabe pero él tiene rango de subcomisario, César Adriano Diarte Franco el efecto vyro chusco. Lo cierto y concreto es que este tendría que estar en un hospital siquiátrico y si todo fuera poco, ahora hasta se mata por placer, como el caso de la pareja Isaías Raúl Torres y Gisselle Eliana Millen Otto, quienes mataron a sangre fría a un joven, Agustín Emanuel Quintana, por placer ndaje.

 

Realmente el ser humano está invadido por varios efectos que afecta la psicosis de la mente de algunos criminales, como el efecto Stockholmo en algunos de los casos, donde el secuestrado se enamora del secuestrador y en otros el efecto exterminio, como lo fue Adolf Hitler y los nazis en Alemania que querían exterminar la raza judía y ahora el efecto de matar por placer, propio de los asesinos en serie, cuya motivación se basa en la gratificación psicológica que le proporciona dicho crimen.​ Los asesinos en serie están específicamente motivados por una multitud de impulsos psicológicos, sobre todo ansias de poder y compulsión sexual. La mayoría de los asesinos en serie tienen antecedentes enfermizos. Se sabe que, frecuentemente, fueron víctimas de abusos durante su infancia, ya sea física, sexual o psicológicamente, toda vez que existe una correlación entre los abusos de su infancia y los crímenes que cometen.

El elemento de fantasía en el desarrollo de los asesinos en serie es extremadamente importante. A menudo fantasean acerca de asesinar durante y aún después de la adolescencia. Sueñan despiertos de manera compulsiva sobre dominación, sometimiento y asesinato, usualmente con elementos muy específicos de sus fantasías que después aparecen en sus crímenes reales. Otros disfrutan leyendo historias de sadismo, llenos de violación, tortura y homicidio. En algunos casos, estos rasgos no están presentes. Algunos asesinos son pirómanos, al comenzar incendios invariablemente sólo por la emoción de destruir cosas, también presentan crueldad hacia los animales (relacionado con el “zoosadismo”). Muchos niños pueden tener comportamientos crueles con los animales, como por ejemplo cortarle las patas a las arañas, pero los futuros asesinos en serie con frecuencia matan animales más grandes, como perros y gatos, y comúnmente para su propio placer. Y por si todo fuera poco, ahora apareció una nueva enfermedad, el efecto vyro chusco, que el síndrome se manifestó el otro día, cuando un subcomisario, César Diarte Franco, agredió a varias personas en la vía pública, por creer ser mejor que los demás, o por su tamaño o su jerarquía.  Primero golpeó a automovilista y luego tiró por el suelo al conductor de una motocicleta de una patada, quien estaba acompañado de su señora, que también padecía del efecto vyro chusco, por tener un coisario como marido, pensando que ella es intocable, que rova tavy estos personajes.

Y esa es la reacción sicótica de los efectos que hoy día prevalecen en el mundo, donde el ser humano su enemigo es el otro ser viviente. Caros lectores, realmente estamos mal, nos estamos deshumanizando por culpa del poder y el dinero, acompañado de la tecnología que hace a los humanos entrar al mundo de la ficción donde nos convierte en criminal minds (mentes criminales).

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