EL NEFASTO CLAN MONTANÍA
Cómo podemos hablar de justicia en el Paraguay si los protagonistas principales de este sistema ocurrente en nuestro país son las propias autoridades del Ministerio Público y algunos magistrados. Y no hay que olvidarse, hasta los propios ministros de la Corte Suprema, que para sacarlo hay que hacer juicio político, gastar dinero, engañar al pueblo, hacer gigantografías periodísticas en portadas de los matutinos de circulación nacional.
En esta oportunidad, hablaremos del otro clan que opera en el Este que también hace tiempo viene utilizando los mecanismos y las chicanerías para enriquecerse. Natalia Montanía, fiscal de Presidente Franco, con inmensos negociados que se publicaron ampliamente en la prensa.
La actuación de la fiscala Montanía es muy cuestionada en el Ministerio Público. Ella es integrante de una rosca que anteriormente era encabezada por el fiscal adjunto Hugo Velázquez y el entonces superintendente fiscal Juan Carlos Duarte Martínez.
La fiscala Montanía, inclusive, fue denunciada ante el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, por genocidio. La presentación fue hecha por el abogado Eduardo Ramón Morales, en representación de un grupo de nativos de la zona norte del Alto Paraná.
Pero en vez de ser castigada, esta fue confirmada en el cargo, a cambio de 300 mil dólares. Siempre de acuerdo a nuestras fuentes, Montanía dijo que regaló dos vehículos cero kilómetro (no precisó las marcas) a esposas de ministros de la Corte y que distribuyó después coimas para ser confirmada.
Y su marido es el ex juez Manuel Trinidad, quien fue rajado del cargo por liberar masivamente a narcotraficantes, que según él dijo, era solamente por cajas de bombones. Seráaa? No, no nooo, es mentira eso, porque mi fuente agregó que en el barrio Santa Ana, en una esquina una propiedad de un presunto narco, ellos usurparon la propiedad y pusieron a nombre del padre de la fiscala. Y a todo esto, el clan para cerrar la fiesta y ponerle la cereza a la torta, le tiene a su hermano, Federico Montanía, gerente de agrotabacalera del Paraguay, ubicada en la ciudad de Choré, que según denuncias usurpa propiedades con deudas amañadas a productores de tabaco para solventar el holding de amantes que posee en la zona, convirtiendo la agrotabacalera en un club de sodomitas, que llega al punto a parecer un lupanar norteño.
La fiscal de Presidente Franco, Natalia Montanía, supuestamente manipuló un expediente para no imputar a un hombre denunciado por violencia doméstica, según una mujer. Montanía dijo que la denunciante es una “desquiciada” y que por despecho presentó una acusación falsa contra su expareja.
La psicóloga Gloria Marecos denunció a su exconcubino Osvaldo Gabriel Gutiérrez Cabral por violencia doméstica, en la Unidad de Montanía, hace más de un mes. Además, presentó el diagnóstico médico y fotografías que comprueban que supuestamente fue víctima de una brutal golpiza.
Sin embargo, la fiscal no procesó a Gutiérrez Cabral. Al contrario, manipuló alevosamente el expediente para dejar impune al agresor, según la denunciante.
Marecos sostuvo que ayer revisó su causa y sorpresivamente encontró un “informe” de un psicólogo que presuntamente la entrevistó. Pero, la víctima afirmó que en ningún momento fue interrogada por especialista alguno y aseveró que la diligencia fue “plantada” para favorecer a su expareja.
TORTURAS
Gloria Marecos relató que fue constantemente torturada por Gutiérrez Cabral. Señaló que su expareja acostumbraba arrastrarla por el cabello; en varias ocasiones la llevó hasta el atracadero de Presidente Franco y le sumergía la cabeza en el río Paraná. Además, comentó que en todo tiempo el hombre la amenazaba de muerte y que una vez jugó la ruleta rusa con un revólver que apuntaba a la integridad física de la psicóloga.
Marecos también aseguró que su expareja mandó a un sicario a su casa para asesinarla, “me manda tu exmarido para matarte”, le habría dicho el supuesto criminal. Posteriormente, agentes policiales detuvieron al sospechoso.
La fiscal Montanía sostuvo que la denuncia de la mujer es falsa y mencionó que el diagnóstico médico presentado fue fraguado y que por esa razón no procedió a imputar al presunto agresor. “Es una desquiciada (por Marecos), quiere recuperar a su expareja con amenazas de enviarlo a la cárcel”, dijo la fiscal.