CIUDAD DEL ESTE, (Reflexión histórica, por Deisy Diaz). Siempre nos sentimos atraídos por las historias heroicas, por la gran valentía que presentan los héroes, sin importar el miedo o el peligro al que se enfrenten. Cada país tiene historias de gran valor de heroísmo, pero queremos recordar que se acercan los 89 años del asesinato de los jóvenes paraguayos. De acuerdo con una joven estudiante ecuatoriana, Amanda Alaba “Hoy quiero exaltar con respeto y admiración el legado que nos dejaron estos jóvenes guerreros del Colegio Nacional de la Capital, ya que en la fortunas adversas se encuentran las grandes lecciones del heroísmo, el 23 de octubre de 1931”.
Ya van a ser 89 años desde que Paraguay guardó luto, por la tragedia que se dio frente al palacio de López, debido a que estaban defendiendo su heredad nacional. No debemos olvidar a aquellos que fueron valientes al luchar por lo que creían, sin importar las consecuencias. Así mismo la joven Amanda señala que “merecen homenaje estos héroes de gran valía, ejemplos para el mundo entero. Vivan los mártires del 23 de octubre, dignos representantes del Colegio Nacional Paraguay, viva Paraguay, viva la juventud”. Así que debemos homenajear a estos jóvenes asesinados y recordar su acto de valentía, con el pasar de las décadas, un hecho que puso al país entero en luto, debido a que 11 estudiantes perdieron la vida.
Este suceso, obligó al presidente a abandonar su cargo y delegar a su vicepresidente, Emiliano González Navero, lo que le quedaba de mandato. Así mismo, el presidente Guggiari se tuvo que someter a un juicio político, pero al no haber nada que pudiese demostrar que dio la orden de disparar contra los estudiantes, salió libre. ¿Por qué estaban allí? De acuerdo con los historiadores, los jóvenes querían hablar con el presidente para entender algunos hechos de los que se había estado hablando, sobre la protección del territorio chaqueño ante la invasión de los bolivianos.
Todo esto les dio miedo y preocupación a los estudiantes del Colegio Nacional de la Capital, quienes pidieron tener una Asamblea General Extraordinaria, y de esa manera, decidir que hablar con el presidente Guggiari.
Los jóvenes marcharon hacia el Palacio e ingresaron al Palacio, se cuenta había un grupo de marineros en la azotea del Palacio, que tenían ametralladoras del tipo Madsen, ellos realizaron disparos de advertencia, para avisar a los que estaban frente al Palacio, para que dejaran de avanzar, pero al escuchar los disparos los guardias cárceles y ver la avalancha de personas empezaron a disparar.
Algunas versiones de la historia, cuentan que el presidente salió gritando de su despacho, pidiendo un alto a los disparos, pero ya era muy tarde, se habían perdidos 11 vidas. Ese 23 de octubre de 1931, y 27 resultaron heridas. Y este 23 de octubre, debemos homenajear al recordar estos héroes de la historia paraguaya. Y recordar que todos podemos ser héroes de nuestro país, al enfrentar los injusticias y busca solución, sin importar cuales sean las consecuencias que esto traiga. Porque un país sin personas dispuestas a luchar por el futuro de su nación, es un país perdido y sin esperanza.