CIUDAD DEL ESTE (realidad fatídica, por Carlos Roa) Es vox populi que el operativo Tartufo, realizado el 31 de marzo de este año en la zona primaria del Puente de la amistad, fue apenas una pulseada entre Emilio Fuster, director de la UIC, quien pretendía el cargo de director general de Aduanas, ocupado por Jullito Fernández el fariseo, pero había sido que Maurito está más encariñado con el chapo (petiso en la jerga mexicana) Fernández. Entonces fue que a Fuster le salió el tiro por la culata, buscando un hecho mediático para decirle a Marito soy yo el que hace bien el trabajo ndaje. Y este no contó todas sus trapisondas con Cartes, los cigarrillos en Salto del Guairá. Un viejo zorro queriendo fingir de oveja y de esta manera mandó a la cárcel a varias personas inocentes. Y los acorralados por este miserable deben denunciar al estado y a Fuster, por el resarcimiento moral, por daños y perjuicios.
Además, según nuestras fuentes alegaron que el raje de Germán Zonetti, zonó de su cargo por el episodio relatado más arriba e ingresó como jefe de COIA Ernaldo Cardozo, un viejo conocido de la zona que conoce los tejes y manejes de quien pasa, quien paga y quien se hace el ñembotavy. Gracias a esto los funcionarios de la COIA está facturando a gusto y paladar en los puestos del Puesto 32 de Hernandarias, Puesto Tavapy, y los puntos móviles como el Km. 20, KM. 24 y otros mercados de apriete y coima. En tanto, los aduaneros que cayeron en ese operativo Tartufo (persona hipócrita y falsa), como lo es el propio Fuster, revelaron las fuentes y que lo conocen detalle a detalle.
Recordemos que tras los allanamientos realizados en el puesto de control de Aduanas, ubicado en la zona primaria del Puente de la Amistad, por un presunto caso de coimas, nueve personas fueron imputadas por la Fiscalía. Los detenidos que fueron imputados son funcionarios aduaneros, personal militar y supuestos contrabandistas. Los mismos fueron identificados como: Virgilio Miguel Ferreira Cabanella, Luciano Florenciano Duarte, Eusebio Santacruz Duarte, Antonio Oporto Espínola y Pedro Rubén Báez Zacarias Jacinto, todos funcionarios de la Aduana de Ciudad del Este. Asimismo, fueron imputados los militares Enrique Blanco Roa y Claudio Ramón Orrego Ramos. También, dos particulares identificados como Carlos Alberto Montanía y Elsa Mabel Chamorro. Todos estos podrían pedir al estado una indemnización por daños y perjuicios, ya que cayeron en esta trampa armada por Emilio Fuster, con el objetivo de hacer destituir a Julio Fernández, el actual director, por su inoperancia y con este gesto, este tartufo haría llegar al presidente de que él es el indicado lobo feroz. Que se cuiden las caperucitas.