CIUDAD DEL ESTE (realidad fatídica, por Esteban Roa) Es como se dice, rememorando el viejo adagio, si te casas, andá a vivir a siete leguas de la casa de tu suegra. No dejes que se acerque mucho por tu casa ni con la historia de que quiero pasar este fin de semana con ustedes. Porqué será esta tragedia social? Y muchos creen que la suegra siempre crea tumultos por culpa de los celos que tiene por su hijo o hija que lo casorearon. Y les encanta meter no la cuchara en el asunto, y sí el cucharón luego para sacar más despropósitos. Porque ahí se rompe la privacidad de la pareja principalmente cuando la mamá dice no era este el yerno que yo soñaba, no es político, no trabaja en el banco, no es narco, ni tampoco el sobrino de la reina de Inglaterra y de esa manera no me alcanzaría ni siquiera para hacerme la uña ni planchita los fines de semana para ir a casa de mis amigas a tomar el té.
Cuando la privacidad de la pareja se rompe por los padres o los suegros la relación peligra, ya que permitimos que sean sus opiniones las que más pesen en nuestra cabeza, y te hacen dudar de tus ideas, decisiones y elecciones. Tus padres y tus suegros ya tuvieron la oportunidad de equivocarse y de elegir , ahora te toca a ti y a tu pareja aprender de sus aciertos y errores, formar su propio código de valores y vivir su vida. Cuidado con los suegros metiches, las mamás que opinan de más y critican y las que desean saber todo lo que pasa en tu vida con el pretexto de ayudarlos. Analiza también cuando tú llevas información de lo que sucede en tu relación, porque estás invitándolos a hablar de ella, tú mismo le das entrada a tu intimidad. Y eso significa que en cualquier momento la nena te murmure, me voy otra vez a mi casa, a vivir con mi mamá. Shau.