SANTA ROSA DEL AGUARAY (Reflexión) Era un hijo que no le gustaba vivir en casa de su padre, por la constante “irritación” de su parte.
“Sí no vas a usarlo apaga el ventilador”
“La TV está encendida en la sala donde no hay nadie.. ¡Apágala!”
“Cierra la puerta”
“No gastes tanto el agua”
Al hijo no le gustaba que su padre lo molestara por esas pequeñas cosas.
Él tuvo que tolerarlas hasta cierto día en que recibió una invitación para una entrevista de trabajo.
′′Tan pronto como consiga el trabajo, voy a dejar esta ciudad. No escucharé ni una queja más de mi padre.”
Fue lo que pensó.
Cuando salía a la entrevista, el papá le aconsejó:
“Responde a las preguntas que se te hagan sin dudar. Incluso si no sabes la respuesta, menciónalo con confianza.”
Él le dio más dinero del que realmente necesitaba para asistir a la entrevista.
El hijo llegó al lugar de la entrevista y se dio cuenta de que no había guardias de seguridad en la puerta.
Aunque la puerta estaba abierta hacia afuera, probablemente era una molestia para las personas que pasaban o entraban por ahí.
Él cerró la puerta y entró en la oficina.
En ambos lados del camino, pudo ver hermosas flores, pero el jardinero había dejado la llave abierta y el agua en la manguera no dejaba de correr.
El agua se desbordaba en el camino. Él levantó la manguera, la cambió de lugar y la puso cerca de otras plantas que la necesitaban.
No había nadie en el área de recepción, sin embargo, había un anuncio donde decía que la entrevista sería en el primer piso.
Subió lentamente las escaleras.
La luz todavía estaba encendida a las 10 am, probablemente desde la noche anterior..
Él recordó la advertencia de su padre:
′′¿Por qué estás saliendo de la sala sin apagar la luz?”
.. parecía que podía escucharlo ahora. Incluso sintiéndose molesto por éste pensamiento buscó el interruptor y apagó la luz.
Arriba, en un gran salón, vio a más personas sentadas, esperando a su vez.
Él miró la cantidad de personas y se preguntó si tenía alguna oportunidad de conseguir el trabajo.
Entró en el pasillo con algo de nervios y pisó el tapete de “Bienvenida”, colocado cerca de la puerta, pero se dio cuenta de que estaba boca abajo.
Enderezó el tapete con algo de irritación.
Los hábitos son difíciles de olvidar.
Él vio que en las filas al frente había muchas personas amontonadas esperando, mientras que las filas de atrás estaban vacías y varios ventiladores estaban funcionando junto a estos asientos.
Él escuchó la voz de su padre de nuevo:
′′¿Por qué los ventiladores están conectados en el área donde no hay nadie?”
Apagó los ventiladores que no eran necesarios y se sentó en una de las sillas vacías.
Vio a muchos hombres entrar a la sala de entrevista y salir inmediatamente por otra puerta.
Así que no había manera de que alguien adivinara lo que se estaba preguntando en la entrevista.
Cuando llegó su turno, él se detuvo ante el entrevistador con cierta preocupación.
El responsable tomó sus papeles y sin mirarlos, preguntó:
– ¿Cuándo puedes empezar a trabajar?
Él pensó :
′′¿Será una pregunta capciosa que se está haciendo en la entrevista o es en serio que me están ofreciendo el trabajo?”
– ¿Qué estás pensando?, -preguntó el jefe-..
…no le hacemos preguntas a nadie aquí, pues creemos que a través de ellas no podremos evaluar las habilidades de alguien.
Por lo tanto, nuestra prueba es evaluar las actitudes de la persona.
Hicimos algunas pruebas basadas en el comportamiento de los candidatos y observamos a todos a través de cámaras de CCTV.
Ninguno de los que vinieron aquí hoy, hizo nada para arreglar la puerta, la manguera, el tapete de bienvenida, apagar los ventiladores o las luces que estaban funcionando inútilmente..
…Tú fuiste el único que lo hizo, por eso decidimos seleccionarte para el trabajo, -dijo el jefe-.
Él siempre solía molestarse con la disciplina de su padre, pero hasta ese momento, se dio cuenta de que gracias a ello, consiguió su primer trabajo.
Su irritación e ira por su padre desaparecieron completamente, decidió que llevaría a su padre también al trabajo y regresó a casa feliz.
Todo lo que nuestros padres nos dicen es solo por nuestro bien, deseando un futuro brillante para nosotros!
Para convertirnos en un ser humano de valor, necesitamos aceptar amonestaciones, correcciones y orientación, que eliminen los malos hábitos y comportamientos. Eso es lo que nuestros padres hacen cuando nos disciplinan.
Nuestro padre es nuestro maestro cuando tenemos cinco años; un “villano” cuando tenemos alrededor de veinte años y una guía toda la vida.
Las madres pueden ir a la casa de sus hijos cuando envejezcan; pero el padre no sabe hacer eso.
No sirve de nada lastimar a tus padres cuando están vivos y lamentar cuando se vayan.
Trátalos bien siempre.