CIUDAD DEL ESTE (Realidad Fatídica, por Redacción) Te enamoras de sus ojos, su físico, su presencia… pero el amor no se trata solo de atracción. Es en la convivencia, entre cuatro paredes, donde realmente conoces el carácter de tu pareja. El enamoramiento es como un “demo”, una versión de prueba que no te muestra todo el contenido.
El verdadero carácter se revela en los momentos difíciles, en los conflictos, en la vida cotidiana. ¿Cómo reacciona ante los problemas? ¿Reconoce sus errores? ¿Es justo y equitativo en sus decisiones? ¿Es responsable con sus compromisos? ¿Tiene madurez emocional? Conocer estos aspectos antes de casarte es esencial, porque el amor sin sabiduría puede convertirse en decepción.
El amor no es un acto de compasión
Muchas veces, el cariño y la empatía pueden llevar a elegir a alguien con la esperanza de “salvarlo”. Pero el noviazgo no es caridad. No es un lazo basado en la compasión ni en el miedo a dejar a alguien solo. El amor verdadero debe unir a dos personas maduras, emocionalmente responsables y capaces de construir su destino juntas.
Si tu pareja es irresponsable, irrespetuosa o muestra actitudes que chocan con tus valores, no justifiques su comportamiento. Antes de comprometer tu vida, asegúrate de conocer quién está detrás del enamoramiento.
