Eramos amigos pero no lo sabíamos. |
QUIEREN CONVERTIR EL PAIS EN DICTADURA PEOR QUE EL STRONISMO
“La linea en la que está trabajando el oficialismo es que hay un proyecto de copamiento, se atropellaron varias instituciones y en el partido siguen usando en la práctica el discurso que Cartes impuso en la recta final de la campaña; ‘Aquel que piensa diferente, no es un correligionario disidente, sino un traidor’”, afirmó el senador colorado. Es como antiguamente pensaba y decía el tembelo Stroessner, uno de los grandes dictadores que arruinó este país y las secuelas las seguimos pagando. Agregó que cualquier coincidencia con el prenazismo “no es casualidad”.
Señaló que la clase política y la mayor parte del periodismo nacional están con “lente hú” en este momento. “Hay un periodismo coptado y gente que se detiene en el árbol y no ve el bosque” y puso como ejemplo el caso Bachetta. Agregó que hay a otra gente “que entiende, pero prefiere el ñembotavy” para cuidar sus cargos o negocios e indicó que existe “una selecta minoría que está tratando de advertir lo que sucede”.
El polémico parlamentario, manifestó que la Corte Suprema le consulta a Horacio Cartes “que es lo que debe resolver” en los casos más trascendentes, y mencionó que en el Jurado de Enjuiciamiento, el Consejo de la Magistratura y la Cámara de Diputados “están todos alineados como vela” detrás suyo. Dijo no estar arrepentido de haber propiciado el ingreso a la política de HC, argumentando que en ese momento el Partido Colorado “no tenían alternativa de candidatura ganadora”.
“Lo doloroso es que ganamos las elecciones y estamos perdiendo la vigencia del republicanismo como forma de vida” enfatizó. “Tenía todo para ser un prócer, pero se nota que tiene más interés de servir a sus cómplices” lamentó Kalé. La ciudadanía paraguaya, corto y perezoso, como siempre, engatusado por las marquesinas de los medios o por los dimes y diretes de las radios, no saben que este señor quiere convertir al país en Corea del Norte y tener el monopolio como lo tiene la familia Kim Jong, donde el país se convierte herméticamente solo para ellos y no para el pueblo.