ROBAN, ROBAN Y ÉSTOS NO SE DAN CUENTA NDAJE
La Secretaria Nacional Anticorrupción, identificada con las siglas (SENAC), se constituye en la instancia rectora, normativa y estratégica en el diseño, ejecución, implementación, monitoreo y evaluación de las políticas públicas del Gobierno Nacional en materia de anticorrupción, integridad y transparencia. Es un organismo técnico y de gestión especializada de la Presidencia de la República, con personería jurídica de derecho público y plena capacidad de obrar de conformidad al Decreto Nº 10.144/2012, a los reglamentos y a otras normas legislativas y/o administrativas que se dicten, para la dirección, supervisión, coordinación, ejecución y evaluación de los programas, proyectos, planes y actividades del ámbito de su competencia.
Esta gran obra teatral de la secretaría nacional anticorrupción es un hazmerreír en nuestro país, porque primero la oficina de la SENAC no debería estar bajo mando del gobierno, sino debe ser independiente, para que sus contralores puedan actuar eficientemente y sin presiones y de esta manera poder dilucidar los hechos de corrupción que se vienen cometiendo en las distintas reparticiones públicas, empezando por el Palacio de López y hasta el último destacamento estatal en el rincón más alejado de la República. Sabido es que esta secretaría tiene un presupuesto millonario, con recursos suficientes, con bonos, viáticos, combustible, etc, etc, sin embargo, hasta el momento no escuchamos absolutamente ni un solo caso donde éstos hubieran actuado para acabar con la corrupción o hayan denunciado a algún funcionario corrupto de algún ente público y que los corruptos hayan estado en el banquillo de reos, esperando la hora de la sentencia.
Cuántos casos ya hubo donde los distintos medios de comunicación escrito, televisiva o radial desnudaron negociados en gobernaciones, municipalidades, ministerios o secretarías, sin embargo, los responsables de la SENAC ni siquiera se hicieron eco, se hacen de los desentendidos, mirando hacia otro lado, haciéndose del ñembotavy, al igual que lo hacen los mercenarios auditores de la Contraloría General de la República, otra institución inservible prácticamente y que no llena las expectativas de la gente.
