IMPULSAN REELECCIÓN Y LEYES QUE REGÍAN EN TIEMPOS DEL STRONISMO
Es indignante escuchar hablar a los políticos en estos días. Como mercachifles negocian agitadamente los más altos puestos y responsabilidades del Estado. Reclaman cuotas en cargos y privilegios y canjean designaciones o promesas de ellas con total desparpajo. Ninguna duda cabe, escuchándoles expresarse en público, de que están íntimamente persuadidos de que, por ser dirigentes políticos con influencia o legisladores, disponiendo de algún asiento en el gran teatro donde se administra el poder, gozan de atribuciones ilimitadas para comerciar con las instituciones de la Patria. Con motivo de la famosa reelección que está siendo impulsada contra viento y marea desde varios frentes de intereses partidarios y personales, resulta que el manejo y promoción de las necesidades y proyectos del país quedan postergados porque los gobernantes no disponen de tiempo para ocuparse de eso. Para ellos, el mercadeo de cargos y nominaciones goza de la prioridad absoluta. Hasta las investiduras más altas de la República están sobre el mostrador del remate.
Por otro lado, el episodio de violencia estudiantil ocurrido en el Colegio Nacional refleja algo más profundo y preocupante, cual es que algunos jóvenes que apenas están saliendo de la adolescencia, provenientes de familias integradas, con acceso a una educación formal de buen nivel relativo, se comporten igual a gamberros o patoteros que carecen de esas ventajas. Contrasta esto con la explicación que suele darse cuando la violencia es perpetrada por chicos de barrios marginales y se incurre en el simplismo de atribuir la fuente de todo a la pobreza y las carencias familiares. Algún factor o factores más reales y concretos están fallando en nuestro país en el caso de los jóvenes que se salen de línea sin los motivos clásicos aparentes. No menos destacable en este episodio es la notoria debilidad que padecen las autoridades a cuyo cargo está el manejo del orden en nuestro país. ¡Qué triste papel hacemos con nuestras débiles autoridades, perezosas, burocráticas, ineficientes, al extremo de tener que sacudir todo el aparato estatal para corregir la mala conducta de media docena de adolescentes!
Y de yapa, está el proyecto de ley “Pastor Coronel” que pretendía modificar la Carta Orgánica de la Policía Nacional, aprobado por el Senado, sufrió una modificación en la Cámara de Diputados, por lo que el mismo retornó a la Cámara de origen para su aprobación o rechazo. La enmienda de referencia pretendía autorizar a la Policía a detener a personas sin orden judicial ni fiscal, para volver al stronismo, o sea, la dictadura brava de asesinatos, secuestros, torturas y exilios de inocentes o personas que pensaban de otra manera que el gobierno. O que simplemente no admitían como ciudadanos, los errores cometidos o que cometen los gobernantes. Que tristeza tener un país con tantos recursos y tantos cirujas empotrados en los poderes del Estado y que salen a bruvoconear, como el último que dijo “yo no me candidaté para ganar dinero, porque tengo demasiado mucho ya”, según declaró HC. ¿El pueblo se pregunta “de dónde sacaste lo que tenías antes y lo que tenés ahora”? Mentiroso cretino es lo que sos, dijo el periodista despedido del entorno.