UNA JUSTICIA TOTALMENTE CORROMPIDA
CIUDAD DEL ESTE (CARLOS ROA, Judiciales) Lastimosamente en el Paraguay, la administración de justicia es una de las peores, a nivel mundial. Con jueces corruptos, fiscales transeros y abogados chicaneros, no hay una verdadera justicia, ni mucho menos pronta y barata, sino lo que hay es una injusticia doblegada al mejor postor, a los que pagan más, motivo por el cual siempre lo dijimos, para los pobres no existe justicia. En realidad, ya no sabemos cómo actuar ante esta situación, por lo que muchos ya optaron por hacer justicia por mano propia, sin embargo, eso también es delito, y la víctima se convierte en victimario y viceversa. La Policía está totalmente deflagrada, los jueces protegen a los delincuentes con sus famosas alternativas, los fiscales no hacen su trabajo de acusar a los culpables de los delitos, en fin, un pandemonio de situaciones que hacen que el Poder Judicial sea ineficiente, inútil, incompetente y corrompido.
Todo ya comienza por los propios ministros de la Corte Suprema de Justicia, que están atornillados a sus cargos y afirman que son “eternos” ndaje. A estos, nadie los puede mover, salvo que se les practique un juicio político en el Congreso, pero esto no puede ocurrir porque se manejan bajo chaque entre los parlamentarios e inclusive presidente de la República y ministros, porque cada uno sabe algún testiculín del otro y viceversa. Entonces lo hacen por el camino más corto, que pague el pueblo por nosotros.
Luego, los jueces, fiscales y camaristas están supeditados al Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados JEM, que viene a ser como la Contraloría del Poder Judicial, sin embargo, es un organismo que tampoco actúa, no hace su trabajo, permitiendo que se sigan cometiendo terribles injusticias. Nos preguntamos entonces si tenemos que ser como el beato José Gabriel del Rosario Brochero, un presbítero católico argentino, llamado popularmente el cura gaucho. ¿Acaso tenemos que hacer milagros para depurar la institución judicial?
¿Entonces, en quién debemos confiar? En la justicia no se puede, porque es injusta. En el presidente de la Republica, menos porque no es transparente y vive engañando con chicanas comerciales, en los diputados, se pasan haciendo proyectos mirabolantes, pero nunca son ejecutados. Hacen recursos como el Fonacide, donde la plata es para la educación, pero al final de cuenta los intendentes se pasan gastando en adquisición de vehículos de alta gama, aipó merienda escolar, dado por el gobierno, es simplemente para tragar mucha plata y hacer constar en los papeles que se dio tanta plata para alimentos de alumnos, pero al final de cuentas fue a parar en las cuentas del gobernador un chiqui, y del gobierno, un chake.
Aipó consultoria, donde cualquier burro lápiz es consultor, y según lo que se lee en los medios, la consultoría para un proyecto de algún senador o dipu como Elio Cabral cuesta como mínimo de 5 mil a 10 millones de dólares. Y estos son los mamotretos del gobierno actual y de los que se fueron y si seguimos así, de los que vendrán. La pregunta es puntual: ¿en quién vamos a confiar? ¿Y quién podrá salvarnos? Justamente ahora que hasta Chapulín ya murió, estamos en un país totalmente a la bartola.