DOCENTES TAMBIÉN SON RESPONSABLES
CIUDAD DEL ESTE (educación, por Carlos Roa) La biomecánica se interesa por el movimiento, equilibrio, la física, la resistencia, los mecanismos lesionales que pueden producirse en el cuerpo humano como consecuencia de diversas acciones físicas. Hablamos hoy de la biomecánica en alusión a los niños, ya que después de llenar la mochila con libretas, carpetas y libros —cada uno pesa una media de 1.5 kilos—, su peso aumenta considerablemente y puede llegar a ser peligroso. Según la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor (CPSC), millones de niños tienen que ser tratados cada año por lesiones en la espalda ocasionadas por las mochilas. Y esta situación también se debe a la inconsciencia de los propios docentes, que no llevan en cuenta esta realidad, y obligan a los chicos a cargar las mochilas con decenas de cuadernos, libros y otros útiles escolares.
La Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos (AAOS) recomienda que el peso de una mochila debería ser inferior al 10-15 por cierto del peso de un niño, pero eso no siempre es así. Demasiado a menudo, los niños no llevan sus mochilas correctamente, incrementando así el riesgo de sufrir daños. “Usar mochilas incorrectamente puede causar lesiones en músculos y articulaciones y puede provocar fuertes daños en la espalda, cuello y dolor de hombros, así como problemas posturales”, explica el cirujano ortopédico Daniel Green.
Es fácil detectar síntomas de una carga demasiado fuerte para tu hijo, añade el osteópata Rob Danoff. Si los niños se quejan al ponerse o quitarse la mochila, tienen marcas rojas de las correas en los hombros o protestan porque se les duermen los hombros, brazos o dedos, podría ser por el peso de sus mochilas. Entonces, recomendamos a los “prosores” que hagan un horario establecido y que se respete, para que los chicos solo lleven lo estrictamente necesario a clases, cada día y no tengan que estar cargando como burros, un peso exorbitante en sus mochilas.