A LEY PAREJA NADIE SE QUEJA
CIUDAD DEL ESTE (Tendencias, por Carlos Roa) El matrimonio es la Unión de dos personas mediante determinados ritos o formalidades legales y que es reconocida por la ley como familia. Esto se genera en el acuerdo de dos personas de ambos sexos, cuando llegan a un convenio de recogerse para siempre bajo un solo techo en una sola alcoba y solamente donde pueda tener una actriz y un actor. Después vendrán los retoños que aumentarán la familia y todo esto se haría con la venia de los padres de ambos, más conocidos como suegros y bautizados por los curas de la iglesia católica y para que todo esto tenga validez social, moral y con derechos, que se rubrica con la lapicera de un juez de paz. Una obra de arte que recorre muchos laberintos que hoy en día termina en un callejón sin salida.
¿Porqué decimos así? Porque vemos cada día un matrimonio disuelto por motivos muchas veces infundadas como por ejemplo el teléfono celular que hoy en día es el mayor malhechor de esta narrativa villana que produce la separación de dos cuerpos por causas muchas veces de un tercer elemento. Que no tiene más ese tino de responsabilidad, de respeto y fidelidad porque las tentaciones vistas en las redes sociales conocidas como whatsapp, el Messenger, Facebook, el Instagram, el twitter, que tiene nombre de Transformers en la actualidad de la sociedad alternativa del mundo que trae a colación muchos problemas y algunas soluciones. En el caso problemático es cuando un tercer elemento visualiza esa mujer en paños menores, que por descuido se hizo una selfie y la subió en las redes sociales. Llamativa atención o simplemente un aviso pronunciado, aquí estoy. Si te gusta, búscame. Y son esas las situaciones que se dan, principalmente para los maridos, ya oficializados por el rótulo de matrimonio. Que hasta tienen viernes de soltero, amigovias, algunas amantes y otras extras. Y que hoy día las mujeres también dieron un paso siguiente y también buscan estar al tanto de la moda, y hacer las mismas cosas que los maridos desprolijos hacen, practicando la infidelidad.
Solamente con la ventaja que las mujeres le es más favorable, si en una esquina estuviera Angelina Jolie, Madonna, Scarlett Johannsen, y algunas paraguayitas conocidas como Leryn Franco, Paty Orué, Gaby Wolscham o Carmiña Masi y pasase Antonio Banderas y le propusiese esto y con estas palabras: chicas, ¿vamos a la cama? Es más que seguro que se mirarían entre si y dirían que no, por pudor o dignidad. Sin embargo, hagamos la contrapropuesta, en una esquina Roque Santacruz, Carlitos Ortellado, David Beckham, Neymar o Cristiano Ronaldo, o un Carlos Roa y pasa una chica hermosa como Angelina Jolie y propone, chicos, vamos a la cama. ¿Que haríamos? Es más seguro que el rollo se va a este encuentro glamoroso y así por delante el matrimonio se va disolviendo. Ya no es como antes, donde el matrimonio era el sentimiento atado al corazón, al cuerpo, a los sentimientos que producían un latido del corazón de que viene un nuevo miembro de esa relación (el hijo).