INDERT NO CUMPLE SU MISIÓN Y SÓLO ENRIQUECE A DIRECTIVOS
CHORÉ (Economía, enviado especial) Este relato que vamos a poner a criterio de todos los lectores, mirando desde el comienzo, es fantástico, donde supuestamente el estado o el gobierno pone una institución responsable de promover la integración armónica de la población campesina al desarrollo económico y social de la nación, el instituto nacional de desarrollo rural y de la tierra deberá adecuar la estructura agraria promoviendo el acceso a la tierra rural, saneando y regularizando su tenencia, coordinando y creando las condiciones propicias para el desarrollo que posibilite el arraigo conducente a la consolidación de los productores beneficiarios, configurando estrategias que integren participación, productividad y sostenibilidad ambiental. Pero en la realidad es totalmente tétrico y nefasto.
El antiguo Instituto de Bienestar Rural IBR, diseñado para negociar las tierras del Estado y regalar a quien fuere, como lo hacía el finado dictador tembelo Alfredo, hoy día lo que antiguamente era pretérito hoy sigue el mismo periplo de la sin – verguenzía nefasta, de los que son encargados, presidente o directivos de esta institución que sólo sirve para negociar tierras malhabidas, con documentos mamotreteados, relató un ex funcionario del ahora INDERT de Choré, que la mayoría de los directivos que pasaron por esa dirección se enriquecieron. Vinieron con un puñadito de tierra y al salir, llevaron una tonelada de hectáreas.
Mientras tanto uno lee al comienzo de este material periodístico y por lo que dice, Dios me libre, el campesinado tiene todo, 20 hectáreas, cultivos de melón, de piña, de banana, carambola, inclusive de tutti frutti, oh oh, ¿tutti frutiii? Siii, tutti frutti, en otras palabras, como dicen los italianos, todo fruta. Y entonces porqué no se ve en el norte del país riquezas, progreso, educación, salud y bienestar. Y simple, caro lector, porque esto es “tutti bola”, lo que dicen funcionarios de alto rango del Indert, cuando se le da protagonismo de aparecer en algunos periódicos de la capital. Tuichá la diferencia.