CIUDAD DEL ESTE (politiquería, por Carlos Roa) Con un sinfín de condimentos o como se suele decir los que hacen helados, colorantes rojos y azules se tropezaron una vez más al querer demostrar un poderío electoral para que otros recién nacidos puedan observar y mirar de cómo se hacen las cosas en este país donde todo lo que se hace mal es beneficiado por la justicia, con las autoridades y no hay una voz que pueda salir a contrarrestarlo porque en su mayoría tienen pecados y pecados. Y simplemente terminan en el “si vos hablás yo también hablo”.
Y fue allí donde un grupo de ciudadanos esteños, cansados hasta el hartazgo de un clan que imponía normas, reglas, leyes y hacían lo que se les plazca, denigrando a las personas, pisándoles, escupiéndoles, ninguneándolos en todos los sentidos. Hasta que un grupo de valientes concejales comenzaron a cuestionar a este clan, y desde el año 2015 en adelante los Zacarías ya no tendrían esa tranquilidad que tuvieron para cometer innúmeros ilícitos, estafa, enajenación de propiedades, burla a la justicia, fiscales y jueces en zozobra con el famoso chake si no hacés lo que yo quiero te mando echar. Y de a poquito estos fueron minando las andanzas de este clan, siendo uno de ellos el más rabioso, un joven patriota llamado Miguel Prieto.
Los esteños mostraron que se puede, y deberían de tomar su ejemplo en el norte, en el oeste y en el sur, como por ejemplo en San Pedro, que sepan que sí se puede derrocar a los malandrines políticos, como Carlos Giménez, gobernador de San Pedro, al clan Rodríguez, de San Pedro del Ycuamanyyú, al clan Urbieta de Concepción, al clan Caballero de Minga Guazú, y todos aquellos que se apoderaron de la municipalidad para enriquecerse y saquear los bienes de la ciudadanía, que día a día va buscar el pan de cada día y aportando cada mes su granito de arena en los impuestos municipales.
Sirva también esto de lección para los partidos políticos tradicionales, es decir la ANR y el PLRA, que hace mucho tiempo dejaron de servir al pueblo para servirse de la ciudadanía, por lo que realmente falta una renovación en estos partidos centenarios. Ojalá la ciudadanía despierte y ya no acepte más a políticos vetustos, incompetentes y corruptos y que apuesten por nuevos candidatos jóvenes y con foja limpia, como lo es el esteño Miguel Prieto.