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El nefasto historial del VicePdte del Paraguay

CIUDAD DEL ESTE (Corrupción política, por Carlos Roa) Hugo Velázquez, actual vicepresidente de la República, quien estuvo al borde del juicio político, comenzó su carrera como un modesto presidente de seccional en Lambaré. Con su llegada a la función pública, se convirtió en un millonario propietario de inmuebles y hasta de caballos de raza. Siendo titular de Diputados ubicó a sus familiares dentro de la función pública. Velázquez figura como propietario de “El Legendario”, un negocio dedicado a la compra, venta y cuidado de caballos, además de importación y exportación. Es una sociedad con capital de G. 1.500.000.000 en la que figuran además el general Lino Cesar Oviedo ((fallecido) y su hijo Lino César Oviedo Marín  y Víctor Galeano Perrone, conocido como “monje negro” por su cercanía y afinidad con el expresidente Cartes. La firma cuenta con un local ubicado a dos cuadras del barrio Hipódromo de Asunción y cuenta con caballerizas con aire acondicionado y hasta balones de oxígeno.

De presidente de una seccional en Lambaré pasó a ser fiscal y tuvo una meteórica carrera dentro del Ministerio Público. En los últimos años de la década del 90, Hugo Velázquez fue uno de los fiscales involucrados en la investigación del “megaasalto” en el aeropuerto Silvio Pettirossi. Era fiscal de Luque cuando secuestraron a María Edith Bordón de Debernardi.

En 2002, los hoy prófugos Juan Arrom y Anuncio Martí presentaron una demanda contra él, indicándolo como uno de los implicados en su secuestro y tortura. Fue nombrado fiscal adjunto y lo asignaron a Ciudad del Este. En el tiempo en que permaneció en la capital de Alto Paraná, numerosas denuncias se registraron en su contra.

Velázquez recibía, supuestamente, coimas a través de un estudio jurídico. Su nombre fue mencionado en una denuncia presentada ante Diputados sobre la mafia de la marcas y lo señalaban como uno de los cabecillas. Otras denuncias señalaban que Velázquez lideraba una rosca que se beneficiaba con contrataciones millonarias en Itaipú.

Hombre de confianza al que quiso negar

El último de los casos que salpicó a Velázquez todavía sigue trayendo cola. El vicepresidente de la República intentó con insistencia distanciarse del abogado José Rodríguez González (“Joselo”, 27), quien intervino para modificar el acta entreguista que Paraguay firmó con Brasil.

El expresidente de la ANDE Pedro Ferreira confirmó que fue el mismo vicepresidente Velázquez, quien lo presentó con el abogado Rodríguez González, quien operaba a favor de una empresa ligada a la familia Bolsonaro.

Contó que Velázquez lo presentó “como su representante y hombre de su confianza”. Además, el segundo del Ejecutivo le dijo que era él quien estaría “en su representación en todas las conversaciones relativas a venta de energía a la empresa (Grupo Léros de Brasil) con la que él contactó”.

Cuando saltó el escándalo, Velázquez intentó desmarcarse de Rodríguez, aunque este señaló con insistencia a nuestro diario que trabajaba con el vicepresidente como su asesor ad honorem y que faltaba una resolución. Durante su comparecencia en Diputados, Velázquez inicialmente negó al abogado con insistencia. Finalmente, reconoció su cercanía. Ante la consulta de cuándo fue la última vez que lo vio, respondió: “El domingo para ver un partido de fútbol”.

Amigos que figuran en el “Expediente 68”

En 2016, Velázquez reconoció ser amigo de Walid Amine Sweid. El vicepresidente apareció en una foto junto a Sweid mientras ambos tomaban sol sentados en un yate durante un viaje oficial al Líbano, donde habían sido invitados por el entonces embajador paraguayo en ese país, Hassan Khalil Dia.

Tanto Dia como Walid Amine Sweid son mencionados en un informe que fue presentado ante el Congreso de los Estados Unidos. De acuerdo a ese documento, al que tuvo acceso ABC Color, Sweid sería un supuesto financista del Hezbolá, un grupo considerado como terrorista por el gobierno del país norteamericano.

En esa misma fotografía aparecían también el exfiscal de marcas Juan Carlos Duarte –mano derecha de Velázquez mientras este último era fiscal adjunto–, Juan Carlos Sosa Barreto y Ricardo Galeno Fariña, representado por Duarte, ya mencionado un par de líneas más arriba. Todos ellos aparecen vinculados a Global Logistics SA, firma vinculada al caso de megalavado de dinero que figura en la fiscalía como el “expediente 68”.

Hasta 2016, Velázquez figuraba vinculado a al menos media decena de lotes inmuebles distribuidos entre Asunción y ciudades aledañas. Amplio jardín frontal, con varias palmeras y árboles en flor; puerta de fina madera y terminaciones en piedra. Algunas de las características de la coqueta casa ubicada en la intersección de las calles Campo Vía y Capitán Aparicio Figari, límite entre Asunción y Lambaré.

No muy lejos, sobre la Avda. San Ignacio de Lambaré, se encuentra otra de las propiedades que figuran a nombre del segundo del Ejecutivo. Finalmente, aparece otra propiedad ubicada sobre la calle Herrera, entre República Francesa y Mayor Fleitas, zona del centro de Asunción. Además, Velázquez llegó a ser dueño de una propiedad de grandes extensiones en Luque. Su pareja, la fiscala adjunta Lourdes Samaniego, figura como propietaria de un bonito dúplex en Carmelitas.

“Lo que él montó en CDE hoy continúa”

“Acá en Ciudad del Este, en los 4 o 5 años que Hugo Velázquez estuvo, amasó una inmensa fortuna. Él no tenía nada y acá creó todo un esquema de blindaje que hasta ahora se utiliza. El estudio jurídico que era de Juan Carlos Duarte sigue a cargo de otro abogado y ellos manejan todo”, expresó Mauro Barreto, presidente del Colegio de Abogados del Alto Paraná. “Velázquez se dio cuenta que el negocio era muy floreciente, la mayoría de los comerciantes estaban en falta fiscal, entonces comenzó a trabajar con despachantes y estudios para dar blindaje y extorsionar”, aseguró.

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