CIUDAD DEL ESTE (Medio Ambiente, por Carlos Roa) Más de 11,000 científicos en una alianza sin precedentes, han firmado, sellado y entregado un mensaje de alerta al mundo: estamos en una situación de emergencia climática, si no hacemos cambios rápidos, profundos y duraderos en nuestras vidas, escriben, pronto vendrá “un increíble sufrimiento humano”. El Paraguay en tiempos de la colonización tenía 27 millones de hectáreas de bosques, de eso ya solo nos quedan 12,9 millones de hectáreas debido a la deforestación. Por todo el país la deforestación es a gran escala.
Conocemos varios aserraderos como los que están en Cruce Liberación, donde se encarga de comprar todas la tala de madera que se derriban por ahí a precios de banana, para después enviar a una empresa conocida como Forestal Caaguazú SA., una de las grandes que comercializan y exportan los árboles talados para convertirse en muebles y piso parquet, que se envía al Japón. Mientras no se hace nada, vamos a padecer quién sabe los mayores de 50 ya no llegaremos a esa hecatombe, pero si nuestros hijos y nietos, si pasaran por un aluvión de padecimientos, calor, muy frío, poca agua o diluvio, como así también vientos a más de 150 km/h o apenas una brisa 1.2
Pero como dicen muchos ignorantes que hay por el país que salen a defender a los granujas sinvergüenzas del poder, a cambio de un 30 a 50 mil´i no saben el daño que causan al mundo y a él mismo, porque su ignorancia es mayor, como aquellos lamebotas y adulones de granujas sin – vergüenzas.
Desde hace ya cuatro décadas que la comunidad científica viene advirtiendo sobre una inminente crisis climática pero ningún gobierno ni la población han tomado demasiado en serio la problemática ambiental. Ahora, nos encontramos inmersos en una emergencia climática mundial, y los expertos no tienen más remedio que seguir insistiendo sobre la necesidad de generar un cambio.
«Los científicos tienen la obligación moral de advertir a la humanidad de cualquier gran amenaza», dice el científico ambiental Thomas Newsome de la Universidad de Sydney. «De los datos que tenemos, está claro que estamos ante una emergencia climática». Ante el reciente aumento global en la preocupación ambiental, el documento «World Scientists’ Warning of a Climate Emergency» explora cuatro décadas de datos disponibles al público, que abarcan el uso de energía, temperatura de la superficie, población, deforestación, hielo polar, tasas de fertilidad y, por supuesto, emisiones de carbono.