El alfa y el omega de
todos los hombres
CIUDAD DEL ESTE (Realidad Fatídica, por Carlos Roa) Este pequeño relato es simplemente para decir la magnitud de esa figura que muchos hombres deberían de no solo en el día de la madre o día de la mujer vanagloriarla. Sino tiene que ser desde el sí hasta el final o hacer de esto el alfa y el omega, el principio y el fin. Esa que ya tú ni miras, esa que ya no deseas, esa que te mira aún con deseos y besa con mucha pasión. Esa que te espera con su mejor ropa interior, esa que te cocina, lava, plancha y mantiene limpios tus hijos. Esa mujer que pueden llegar miles y aún te sigue eligiendo a ti, esa que aguantó y aguanta tus cambios de humores, esa que te espera a que tú llegues borracho por estar en el desmadre con los “amigos” en la calle. Esa que para ti es una basura porque ya te la comiste y estás cansado de verla y cogértela, es el tesoro para otro. Esa que siempre te complace y llega con detalles. Esa que habías elegido porque te traía loco su cuerpo, su cara y su todo. Esa que hacías cualquier cosa para que se fijara en ti… y ahora ya ni la miras con deseos. Ya te da igual todo lo que haga, te cansa ya más de lo mismo. Esa que tienes en tu vida, esa que sientes es una basura o estorbo en tu vida es el tesoro para otra persona. Ese brillo que viste por primera vez en sus ojos, otro más lo ve. Y lamento decirte que para cuando quieras recuperar lo que estás perdiendo será muy tarde, porque cuando una mujer dice basta, se va y jamás regresa. Cuida lo que tienes en tu casa, porque el culo te lo puede mover cualquiera, pero buena madre y buena mujer no son todas. Las “putas” se pueden mover bien pero cuando estés viejo ninguna de esas te limpiara el pedorro.