Blanqueo urgente en todas las instituciones del Estado

DIMES Y DIRETES DEL CASO CUCHO Y ULISE$

FOTO: Reinaldo Cabaña alias Cucho.

FOTO: Ulises Quintana.

FOTO: Azucena Medina.

FOTO: Diego Medina.

CIUDAD DEL ESTE (judiciales) Los dimes y diretes del caso Cucho de Ciudad del Este, que hacen que exista una sombra de dudas sobre toda esta cuestión del supuesto combate al narcotráfico. Recordemos que días pasados, estalló el escándalo con la ejecución del operativo Berilo, efectuado por la Senad y la Fiscalía antidrogas de Asunción, en una serie de allanamientos que culminaron en la detención de Reinaldo Cabañas alias Cucho, un narcotraficante de alta gama, con amigos y cómplices en todas las instancias. Según los datos, este narcotraficante ya venía siendo investigado hace dos años, sin embargo, recién ahora la Senad pudo actuar, luego de la asunción de Arnaldo Giuzzio como ministro. Cuentan que éste informó primeramente al presidente de la República Mario Abdo Benítez sobre el operativo y sus posibles alcances, ya que incluso había políticos miembros de Colorado Añetete metidos en el esquema, sin embargo, según las fuentes fidedignas, el presidente fue tajante y contestó que “caiga quien caiga”, quiero sus cabezas. No voy a perdonar a nadie.

 

Y así fue, siendo el primero que cayó con Cucho fue el diputado Ulises Quintana, quien tuvo el mal tino de tener en su poder una camioneta, propiedad del narco. Posteriormente, también se reveló que Ulises ordenó “liberar” un cargamento de plata de 190 mil dólares, que eran transportados por Diego Medina, secretario de Cucho, quien fue retenido en un operativo de barrera hacia la zona de Caaguazú. Luego de la mediación de Quintana, éste fue liberado y pudo seguir viaje. Según funcionarios de la fiscalía de CDE, éste ciudadano, Diego Medina, en su adolescencia, este se dedicaba a traer vehículos robados del Brasil y cayó en la cabecera del Puente, y de alguna manera se buscó ocultar el caso, pero en la Fiscalía quedaron los rastros, lo que implica que siempre estuvo en la delincuencia, según lo que se ve. Y después aparece la miss Audi, Asucena Medina, que pasó por una severa chapería y pintura, para mostrar piernas, curvas y bellezas, que según el vecindario de Franco, fue patrocinado por el amante Cucho.

Mientras que la madre, Estela Medina sale a defender a tambor batiente una expresión que no cabe en ninguna mente, de que ella no sabía nada de su yerno amante. Que para ella era un empresario de moteles, pero se compraba Lamborghini de 500 mil dólares y un Camaro de 350 mil dólares y no puede ser producto de manera alguna de los lugares de encuentro del chan chan de las parejas en el Alto Paraná, como sus moteles. Que no eran de mucha clase, sino que medieval. En este cuento hay muchos entrometidos que salen a decir cosas que no les caben en la boca, tratando de defender esta novela de Cucho, Ulises y compañía.

Y por sobre todo, la Orden de Abogados pide anular la imputación por lavado de dinero, enriquecimiento ilícito, tráfico de influencias y narcotráfico, cosa que se ve a simple vista que estos personajes cometieron realmente, sin ninguna duda. Y si el presidente realmente quiere poner el país en un lavadero, tiene que ser para todos. Los Zacarías, los Bogado, los Portillo, los Cuevas, los Velázquez, los Bacchetta que estén comprometidos con la honestidad. Y solamente así se podrá creer que comienza una nueva etapa en el Paraguay.

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