CIUDAD DEL ESTE (tendencias, por Carlos Roa) De un tiempo para acá el glamour femenino quedó extasiado por la mirada de los hombres que trajinan día a día por el cotidiano andamiaje de la vida, donde se tiene tantas sorpresas con la tecnología de punta, que da la posibilidad de pensar e imaginar hasta cómo es los días y momentos agradables que uno pueda pasar en el planeta del amor, Venus. Esto gracias al caminar de una fémina en ropas ajustadas o faldas mínimas donde se ven las contorneadas piernas diseñadas con lápiz de papel Faber Castell N°5 y que al ver el hombre le da un impacto de una rigidez mental. Depende del gusto de cada uno. Hay hombres que les gustan las gorditas, otros las flaquitas, otros la medio cuero y algunos la cuero entero. Pero hoy día esa diversidad femenina es un pandemonio por las bellezas de las féminas que trajinan por la vida exhibiendo sus curvas, bellezas y sensualidad. Y de nada sirve que el hombre tenga que criticar el cuerpo de esa mujer ni tampoco su propio cuerpo, acéptalo así como es, sin interesante por lo que los demás dirán. No eres arte por cómo te ven, y sí eres arte por cómo te amas.
Por eso este recado va para los másculos, tengan en cuenta que la solución no es golpear a las féminas, ni maltratarlas o incluso matarlas, sino deben quererla siempre, pues si bien somos la semilla, ellas son la huerta, donde germina el más bello capullo de la vida, que un día será el heredero o heredera para que de esta manera se pueda construir y hegemonizar la dinastía.
