CIUDAD DEL ESTE (Ciencia y Astronomía, por Carlos Roa) Nuestra galaxia, la Vía Láctea es enorme. No alcanzaría una vida humana para surcarla de extremo a extremo. Ante su colosal extensión, muchos solemos preguntarnos: “¿cuánta vida podría haber allí?“, y “de esa vida, ¿Cuánta podría ser inteligente?“. Para ayudar a responder esas interrogantes, llega un nuevo hallazgo: científicos han identificado dos galaxias que tienen el potencial de albergar vida alienígena hiperinteligente. En dos de las galaxias que un grupo de científicos analizaron se detectó actividad inusual. Ahora, el investigador Hongying Chen de la Royal Astronomical Society, tiene la misión de encontrar a los alienígenas más avanzados tecnológicamente que existen.
Chen, también es un investigador de la Leiden University, y junto a su equipo escanearon parte del cielo del norte para buscar “extraterrestres” muy avanzados. De 21 galaxias, dos valores atípicos no han sido identificados hasta ahora. Si bien es una posibilidad remota, esos dos pueden ser precisamente lo que Chen está buscando. Chen dijo en un comunicado a Inverse: “La civilización Kardashev Tipo III (K3) es una especie de civilización muy avanzada que es capaz de alimentar la energía de toda la galaxia anfitriona”. ¿Qué es una civilización Kardashev Tipo III? Chen y el coautor Michael Garrett, astrónomo de la Leiden University, observaron los resultados del estudio de cielo de dos metros de LOFAR (LoTSS), que está capturando gradualmente todo el cielo del norte en la radio. Chen dice que él y su coautor tomaron una muestra de LoTSS en una búsqueda de radio inusual, con la esperanza de acercarse a una civilización de Tipo III.
La escala de Kardashev, desarrollada por el astrofísico Nikolai Kardashev en 1964, mide qué tan avanzada tecnológicamente está una hipotética civilización alienígena en función de la cantidad de energía que consume. La escala tiene tres tipos de civilizaciones: Civilización tipo I, que utiliza la energía disponible en su planeta. Civilización tipo II, una que consume tanta energía a la escala de todo su sistema estelar (es decir, su estrella anfitriona y los otros planetas que la orbitan). Civilización de tipo III, la más avanzada que puede aprovechar tanta energía como toda la galaxia.
La escala de civilizaciones alienígenas de Kardashev ¿En qué escala se ubican los humanos? Hasta ahora, la civilización humana ni siquiera ha alcanzado el estatus completo de Tipo I. En cambio, estamos en un miserable 0.73 ya que todavía no podemos aprovechar toda la energía solar que llega a la Tierra. Los científicos predicen que nos tomaría de 100 a 200 años alcanzar el Tipo I. Por otro lado, una civilización de Tipo III nos ha dejado atrás. Esta civilización puede emplear las estrellas de su galaxia para aprovechar la energía utilizando la estructura hipotética llamada esfera de Dyson. Estas megaestructuras teóricas rodean a una estrella para recolectar su producción de energía. Aprovechando el poder de su estrella a través de un sistema espacial, una civilización alienígena podría satisfacer sus crecientes necesidades energéticas para llevar a su sociedad al siguiente nivel. Una civilización de Tipo III probablemente habría colocado esferas de Dyson en algo más que su estrella anfitriona, sino también en las circundantes.
Representación artística de una esfera de Dyson, que atraparía la energía emitida por una estrella. Chen explica que existe una correlación entre las emisiones de radio e infrarrojos de cada galaxia. Las galaxias emiten radiación a través del espectro infrarrojo, que emite información sobre el calor. El dúo buscó en el espectro del infrarrojo medio y lejano en busca de lo que equivale a un escape alienígena. Agregó el científico Chen: “La emisión del infrarrojo medio de una civilización de Tipo III sería excesiva debido al calor residual en el infrarrojo medio, lo que la haría sesgar de la correlación”. Dos galaxias permanecieron sin identificar y son posibles anfitriones de una civilización de Tipo III. Lo que significa que los científicos no pudieron averiguar qué está causando su aumento en las emisiones del infrarrojo medio, pero aún no está claro si se debe a una tasa de formación de estrellas inusualmente alta o un centro galáctico excepcionalmente brillante.