El propio contralor es el culpable
del galopante nepotismo
El nepotismo paraguayo empotrado en las instituciones públicas hacen que el mayor flagelo de la política en nuestro país sea la corrupción, observado por cómplices inescrupulosos en la Contraloría, la Secretaría de la Función Pública y el Ministerio Público. Y en el propio Ministerio Público tienen en sus filas a varios casos de nepotismo, involucrando al propio fiscal general, Javier Díaz Verón, quien metió a toda su parentela gracias a que, según dicen fuentes fidedignas, éste fiscal o rekutú porque sabe mucho de cosas de Horacio Cartes, antes de ser electo presidente y que por eso este tiene vía libre para la corrupción y ser el paladín de los maletines fiscales de todo el país que se producen a través de coimas, alcotest, delitos marcarios, contrabando y extorsiones hechas por sus cómplices y tembiguái, los fiscales asentados en puntos estratégicos, como la frontera CDE, Pedro Juan Caballero, Salto del Guairá, en fin, en toda la República donde haya motivos para hacer la transa.
Por eso decimos que el pueblo paraguayo es cobarde, no son como aquellos excombatientes de la guerra chaqueña, tan valientes a enfrentar lo que venga, para tratar de salvar la patria. Estos hacen cualquier cosa para dejar al país en estado de ruina y al propio conciudadano pidiendo limosnas. Este fiscal general es uno de los grandes sin – vergüenzas que hay, pero obvio, como sabe muchas cosas, están en sus cargos, dijo el informante de esta redacción, que sollozaba por sentirse incapaz de no poder salir a la calle y parar el tránsito o parar el país para que nos demos cuenta de una vez que a estos sin – vergüenzas hay que enviarlos a lo más profundo de la indecencia humana, ya que éste personaje no mide la consecuencia de la humanidad y sí de la sin – verguenzía.