CIUDAD DEL ESTE (Economía, por Carlos Roa) Realmente es mirabolante este país. No sabemos a quién darle gusto. En una controversia desatada entre periodistas, reporteros y radialistas, se armó un guyryry guazú, porque un tal libanés Walid Amine Sweid, conocido “empresario” que está con la pretensión de habilitar una fábrica de aceite de cannabis, o sea, aceite de marihuana para exportar e incluso usar en nuestro país, porque dicen los grandes científicos que esta planta milagrosa, tiene efectos colaterales muy buenos para muchas enfermedades. Y Paraguay, por no haber mucho empleo, los ciudadanos del interior se dedican a cultivar o prestar sus fincas para poder cultivar el referido alucinógeno. Esto es simplemente malo cuando se fuma, que le deja a uno totalmente turulato, como ocurrido con Miguel Avalos y Fermin Jara, que publicaron como diciendo que esto sería un gran negociado, porque éste señor libanés tiene ndaje antecedentes por lavado de dinero, contrabando, evasión de impuesto y financiamiento al terrorismo, porque sería miembro del Hezzbollah, la religión de los Palestinos, que piensan que ellos nomás tienen la verdad hacia la ovación a Alá.
Y por esta pauta hubo un encontronazo entre viejos compañeros, porque Héctor Guerin era jefe de Miguel Avalos y de Fermin Jara, que hacían sus negociados como en tiempos otroras. Y era así como los tres mosqueteros. A esto se sumó Nelson Esquivel. En toda esta confusión quien pierde es la mano de obra paraguaya de muchos ciudadanos que están sin trabajo. Ojalá que el señor ya haya saldado sus cuentas pendientes con la justicia y ahora haya posibilidad de habilitar más empleo en la ciudad. Y si estos dos de Ahoracde.com están incómodos por este emprendimiento es obvio que Guerin va defender a su amigo y exsocio del medio ADN. Y la mejor manera de solucionarlo sería en un octágono y ahí vemos quién le pega a quién y quién le rompe a quién. Es hora de hacerse los procustos y querer mostrar aquello que nunca jamás lo mostrarán. Ya están bendecidos como los palos de gallinero como muchos de los medios periodísticos de la zona.
Así de simple nomás, si el libanés Walid consigue la licitación porque está peleando en estos momentos, enhorabuena y si tengamos que ver si a los empleados que va tener, den trato justo con el sueldo justo, necesario y digno a cada uno. O caso contrario, que estos cuatro “titanes” le pidan a Walid un porrito y vayan a fumar la pipa de la paz.