La política y el narcotráfico
CIUDAD DEL ESTE. Últimamente el fenómeno social que viene menoscabando la política en los países de América del Sur tiene un nombre, y protagonistas con seudónimos, a veces hasta simpáticos, como el Chapo Guzmán, el mameluco Villalba, aipo Chicharo, Cabeza Blanca, y hasta un scarface (cara cortada), que hoy día es presidente. Esto hace que la política, que ya venía desde hace algunas décadas, venía desviándose de los propósitos originales, que son servir al pueblo, donde los protagonistas conocidos como hurreros, punteros, seccionaleros, vivían como sanguijuelas libando de las tetas del Estado aquello que era destinado para el progreso y bienestar del pueblo. Y que hoy día este fenómeno dio un paso enorme porque se asoció al narcotráfico, donde éstos autores principales, como Mameluco, scarface, son patrocinadores de los políticos que están en curso de elecciones, dándole recursos monetarios para después exigirles camino libre para sus negocios ilícitos y darles pista libre para bajar los vuelos de aviones que son transportadores de la merca – ína que después levantan vuelo con destino al Brasil, Argentina, Europa, en fin, a todos los continentes.
Y esto se convierte en un negocio redondo, donde autoridades, senadores, diputadores, gobernadores, intendentes, concejales y hasta presidentes estarían mancomunados y de manos dadas con el narcotráfico, lo cual convierte a los ciudadanos en súbditos y rehentes de sus caprichos, porque manejan inmensa cantidad de dinero, hacen lo que quieren, matan cuando quieren, compran a quien quieren. Es lo que ocurre en nuestro país, mientras el pueblo paraguayo hace todavía la siesta desde hace décadas y así continúa esto sería dentro de poco un país convertido en una Narco República y los ciudadanos en rehenes de los narcos.