CONSEJOS PRÁCTICOS PARA EL CUIDADO DE LOS PIES
La verdad es que para muchas personas los pies son esos “pobres olvidados” y nos acordamos de ellos sólo cuando se presenta algún problema, o bien cuando llega el verano y debemos exponerlos. En cambio, los médicos aconsejan revisar los pies diariamente a fin de encontrar lastimaduras, ampollas, enrojecimiento, grietas o cualquier otro signo que requiera atención especializada.
Además de todo el trabajo que le damos a nuestros pies sin darnos cuenta, también ellos son víctimas de enfermedades como infecciones, hongos, mal olor, entre otros, por esa razón es que debemos mantenerlos bien cuidados y completamente sanos, ya que estos problemas pueden afectar nuestro estilo de vida. También se manifiestan ciertos dolores en los pies que no podemos evitar y su principal causa son los zapatos.
Ahora bien, en este artículo te vamos a compartir algunos consejos que debes seguir para que el calzado no cause fuertes dolores en tus pies. De esta manera tendrás un problema menos del cual preocuparte. Además de algunos remedios naturales para aliviar el dolor.
Cambia la forma de amarrar las trenzas: sin darnos cuenta a veces amarramos nuestras trenzas de forma incorrecta o muy fuerte, cambia la forma de amarrarlos sin necesidad de apretarlos tantos, así evitarás que te aprieten mucho y causen dolor.
Descansa: si debes llevar zapatos ajustados o tacones todo el día, toma algunos descansos para regular la circulación, eleva los pies por 5 minutos o retira los zapatos para que estos descansen.
Arcos de gel: estos ayudan a evitar el impacto de los tacones en los pies al caminar, compra alguna y verás cómo el dolor no aparecerá de nuevo.
Evita los dolores: si ves que tus zapatos causarán ampollas, lo mejor es prevenir que esto suceda usando protectores.
Si se agrandan: algunas veces por el uso, estos se agrandan. Si empiezan a quedarte más grande, coloca una bolsa con hielo en el interior y se estrecharán.
Como remedios para los dolores en los pies es recomendable lo siguiente: realiza baños de agua con sal, o también puedes sumergir los pies en infusión de manzanilla o de jengibre.