CIUDAD DEL ESTE (realidad fatídica, por Carlos Roa) En Historia, se identifica con el nombre de Holocausto —también conocido en hebreo como השואה, Shoá, traducido como «La Catástrofe»— a lo que técnicamente también se conoce, según la terminología nazi, como «solución final» —en alemán, Endlösung— de la «cuestión judía»,1 al genocidio étnico, político y religioso que tuvo lugar en Europa durante el transcurso de la Segunda Guerra Mundial bajo el régimen de la Alemania nazi. Los asesinatos tuvieron lugar a lo largo de todos los territorios ocupados por Alemania en Europa. El recuerdo del Holocausto es una de las razones para marcar un día en el calendario dedicado a sus víctimas. Exactamente, según la resolución 60/7 de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el 27 de enero de cada año se conmemora el (International Holocaust Day) (Internationaler Holocaust Tag) יום השואה הבינלאומי (hebreo) y en español Día Internacional en memoria de las víctimas del Holocausto.
En un comparendo a lo conmemorado ayer, 27 de enero de cada año en el mundo desde 1945, sin embargo en Paraguay la similitud con el holocausto es a diario, en los 365 días del año padecemos de holocausto corruptivo en las instituciones públicas, como la Itaipu, el Poder Ejecutivo, el Senado, Diputados, ministros, intendentes, concejales, jueces, fiscales, camaristas, en fin, son todos actividades corruptos que cometen alevosamente hechos de corrupción, desangrando las arcas del Estado, en complicidad con la in justicia en nuestro país, mientras faltan medicamentos en los hospitales, útiles escolares en las escuelas, viviendas, obras, asfaltados, empleo, en fin, una serie de carencias que padecemos los paraguayos, mientras las autoridades se forran. Tenemos una gama de politiqueros sin – vergüenzas, cínicos, corruptos, embusteros, badulaques, que siguen acaparando todos los cargos, son candidatos eternos, por lo que mientras éstos sigan en el poder y siendo electos por los electores PH (papel higiénico), el Paraguay nunca podrá dejar atrás este holocausto corruptivo que nos acogota todos los días.