NACIONALES (por Carlos Roa) Repentinamente se han hecho eco los profesionales de la salud, los entendidos en administración de salud pública y otros eruditos de que es inaceptable como se está manejando el tema de las universidades, facultades de medicina en el país, pero como siempre han tenido que esperar que esto llegue hasta límites estratosféricos donde diariamente están muriendo bebés que no logran nacer, donde están ocurriendo negligencias en asuntos básicos y donde queda evidenciado el poco o nulo conocimiento y ni que hablar de profesionalismo al momento de poner a un estudiante de medicina, sobre todo los extranjeros que ni siquiera pueden comunicarse con la población que acude al hospital sencillamente porque no hablan el idioma, no entienden la cultura paraguaya y tampoco les interesa.
No dan abasto los profesionales que deben estar a cargo de los estudiantes al momento de hacer una guardia, al momento de hacer una pasantía una residencia, además de que estos estudiantes no quieren ir más adentro del país donde si falta manos que colaboren con la asistencia médica sino que se quedan en las zonas más pobladas otra vez y acudís a urgencia te atienden entre 6 brasileños né, ni uno habla español, la palabra “hipo” no saben qué es.. no hay un profesor que les indique como se deben manejar y otra vez son las enfermeras las que se hacen cargo de la situación, cuando estos no están tan inflados del ego y les permiten a los y las licenciadas participar de la revisión médica.
Lastimosamente en nuestro país a los estudiantes de medicina se les da por autoproclamarse DIOSES siendo que en realidad no pasan de charlatanes, no dan ni para médicos empíricos, no tienen los mínimos conocimientos y no les cabe ningún nuevo aprendizaje justamente porque el ego, la petulancia, los hace tan engreídos que se les taponan los oídos.
A esto se suman los cientos de brasileños que hacen tráfico de certificado de estudios para poder ingresar directo al cuarto año y de ahí culminar más rápido la carrera. Ya era luego una situación precaria y peligrosa todo el tema de la educación en medicina y ahora se suman estas mafias asesinas que utilizan las instituciones para expedir certificados mortales. Así de sencillo es, y aún más sabiendo que jamás van a pasar el REVALIDA para ejercer en su país, se quedan en Paraguay nomas, abren consultorios privados estéticos, si plata les sobra para comprar los permisos y seguir jugando a los doctorcitos.
Un buen ejemplo de que todo se maneja a plataso limpio es la universidad María Serrana la cual no estaba habilitada pero sigue vigente, las doctoras barbies que le fundieron la cara y la cola a unas cuantas mujeres pero siguen utilizando sus productos ilegales en nuestro país a costa de la salud y la vida de quien en su ignorancia acude a consultar con ellas y sobre todo tiene para pagar las infiltraciones venenosas que les hacen haciendo creer que de ácido hialurónico se trata.
El profesor y científico Antonio Cubilla, asesor ad honorem de la Presidencia de la República, afirmó que detrás de la apertura de facultades de Medicina están los negocios lucrativos y políticos. Cuestionó el nivel de formación de los médicos de las universidades garaje.
“Ya no sé cuántas facultades de Medicina hay, pero por semana van aumentando. Entonces, debemos hacer una visión crítica con criterios universales”, expresó en entrevista con Monumental.
Actualmente, el mercado paraguayo ofrece carreras en 44 facultades de Medicina.
Para Cubilla, hay un gran negocio en la habilitación y apuntó a dos aristas: uno lucrativo y otro político.
“Hay muchas facultades de Medicina que son impulsadas por políticos locales y de la ciudad, del Parlamento. Todo el mundo quiere tener una universidad en su valle, entiendo ese deseo, pero la calidad de los médicos que salen de esas instituciones es bastante lamentable”, cuestionó.
De acuerdo con Cubilla, los efectos de esta anomalía académica se evidencian en la cantidad de demandas médicas que hay actualmente, de las cuales muchas tienen que ver con mala praxis, que 20 años atrás no se tenían.
“Hay que tener dinero en la mano antes de crear una facultad de Medicina. Acá es al revés se genera lucro con el dinero de los alumnos y luego se ve para mejorar”, expresó sobre el interés por recaudar más que el de ofrecer excelencia académica.
“Apertura de facultades es un negocio para lavar dinero”
Por su parte, el hematólogo Alfredo Boccia sostuvo en el panel de debate de la Academia de Medicina del Paraguay que la proliferación de facultades “es un negocio para la parlamentarios, políticos, administradores y narcotraficantes”.
El médico cuestionó que este enorme negocio se convirtió en un grave problema de salud pública, donde se le dan títulos de médicos a personas que ni siquiera tuvieron contacto con pacientes.
“Es una estafa gigantesca, un mecanismo de lavado de dinero”, enfatizó.