CIUDAD DEL ESTE (Realidad social, por Carlos Roa) Se acerca el verano y con él llega un problema con el que estamos bastante familiarizados en el Alto Paraná, la falta de agua, o más bien el precario sistema de provisión de agua es lo que tiene a miles de familias principalmente de Ciudad Del Este y de Pdte. Franco sin acceso a un servicio tan básico como es el agua potable y corriente en los hogares. La factura llega sin demora, lo que nunca llega es el agua.
Todos los años en esta época como si fuese una especie de entrenamiento para soportar el verano, comienzan los cortes de agua, o más bien “liberan” el servicio por horas. Aguaterías privadas como la ESSAP, que es la más conocida, y otro montón de empresas con diversos nombres donde algunas venden aire, otras están funcionando ilegalmente, no cumplen con los requisitos establecidos o directamente el agua no está tratada.
Esta es una situación que se viene arrastrando desde hace ya varios gobiernos, y tienen el descaro de decir que ndaje “no hay agua”, que ndaje las fuentes hídricas encontradas subsuelo eran de agua salada… Mientras tanto en varios sectores de estas dos ciudades principalmente son centenares las familias que invaden terrenos apostados junto a los cauces de varios arroyos, donde estos arrojan sus desechos al agua, instalan sus baños sobre el agua corriente convirtiendo los arroyos en cloacas, por otro lado el Joven Intendente de CDE rompiéndose el lomo tratando de inculcar con algo de ejemplo lo que sería la protección y preservación de arroyos y lagos donde el Intendente en persona y con ayuda de la comunidad salen los fines de semana a limpiar estos lugares.
El tema del agua es un desastre muy amplio, donde los afectados son justamente los ciudadanos que cada mes están pagando el servicio de agua que no llega, que no se actualiza, que no se controla ni se verifica. En este texto mencionamos principalmente a Ciudad del Este y Presidente Franco, pero tenemos conocimiento de que es lo mismo en Minga Guazú y Hernandarias, que Diosito nos proteja de este verano infernal que se asoma, donde los servicios que nos podrían ayudar a sobrellevarlo son también los más ineficientes, agua y energía eléctrica.