CIUDAD DEL ESTE (Por redacción) El cansancio por los numerosos casos de corrupción se hizo notar con las numerosas manifestaciones que se dieron en todo el país. En Ciudad del Este se declaran en paro permanente y quemaron figuras de Maurito Abdo Benitez, Zacarías Irún y Sandra Quiñónez. Se denunciaron robos
Los manifestantes se reunieron en las cercanías de la rotonda Reloj, a unos 700 metros de la zona primaria del Puente de la Amistad. Hubo micrófono abierto, en donde se despotricó contra el Gobierno, criticaron los robos por las ratas del poder.
Se declararon en paro indefinido, denunciaron la corrupción imperante en el país y exigieron saber el destino del préstamo de USD 1.600 millones de dólares que fue aprobado como fondo de contingencia para afrontar la pandemia.
Los manifestantes afirmaron que en un momento en que se vive una situación política extremadamente delicada. “El país tiene un presidente que no manda” y que el poder está en manos de otro que no es el presidente.
A GRITOS Y A PALOS EXIGIERON LIBERACIÓN DE EMPLEADOS,
CON ROBOS DE POR MEDIO
Durante la movilización también se registraron varios incidentes contra los locales comerciales que se encontraban abiertos. Un numeroso grupo, armado con palos de madera, exigían el cierre de los mismos para adherirse a la manifestación. A los gritos y con cánticos pedían que los trabajadores sean liberados por sus empleadores para que se adhieran a la movilización.
Luego, un grupo se juntó en turba y salieron a robar mercaderías exhibidas frente a los comercios a quienes coaccionaron para que cierren sus locales. Igualmente se denunciaron ataques a vehículos que querían circular en la zona céntrica.
A la manifestación se adhirieron representantes de diferentes gremios afectados por las restricciones tomadas ante el COVID-19.
Es una pena que los transportes menores de piseros y taxistas no estuvieron acompañando a la gente, por tal motivo posteriormente las fuerzas policiales se aprovecharon de la cuestión, irrumpiendo deliberadamente a los manifestantes con gases lacrimógenos y carros hidrantes, tratando de despejar las rutas para el ingreso de mercaderias de A.J. Vierci.
