SANTA ROSA DEL AGUARAY (Enviado Especial) La deforestación cero no aplica para brasileros sojeros, estos mal llamados “brasiguayos” siguen haciendo lo que se les antoja en nuestro país y ante la vista de todos, recientemente hemos publicado los desalojos irregulares que están ocurriendo en contra de las comunidades indígenas donde los autores intelectuales de estos hechos son también estos brasileños que han adquirido documentación paraguaya en base a coimas que como sabemos es también un modus operandi básico para conseguir documentación gracias a la Dirección Nacional de Migraciones, estas son las consecuencias de otorgar poder a quienes no tienen ningún interés más que el beneficio propio y la explotación de las tierras paraguayas y de los ciudadanos paraguayos que aquí residimos.
Vecinos de un asentamiento de Santa Rosa del Aguaray piden auxilio por la tala descontrolada de árboles que está ocurriendo en esta ciudad, donde cada año se reduce significativamente la cantidad de árboles y los pocos bosquecillos se van convirtiendo en sojales, denuncian que a diario ven como funcionarios de estos colonos brasileros entran a desmantelar los bosques retirando rollos y rollos de madera para luego prender fuego a lo que queda, recurren a la prensa porque ya han denunciado a la Dirección del Medio Ambiente, a la INFONA y a la Fiscalia del Medio Ambiente sin obtener respuesta alguna, lo que nos lleva a pensar que están todos comprados por estos rapáis que vienen a destruir nuestro país ante los ojos de las autoridades que se guardan la justicia en los bolsillos sin pensar en las graves consecuencias que estos actos acarrean a nivel mundial.
Paraguay pasó de ser un Edén, una zona de maravillas naturales a convertirse en un cementerio de sojas y maíz donde lo peor del caso es que ni siquiera podemos decir que se crea fuente de trabajo para los lugareños porque esta gente viene en comitiva a invadir y trabajar las tierras, le van a sacar el jugo a nuestro suelo tan fértil y cuando ya no quede nada de provecho que sacar se irán de nuevo a su país con las riquezas ya generadas, es fácil llegar a esta conclusión puesto los mismos no tienen ningún sentimiento de arraigo pues ni practican nuestro idioma, ellos nunca dejan de hablar en portugués, se unen en grupos cerrados con otros empresarios brasileños y crian a sus hijos dentro de estos círculos enseñándoles desde jóvenes a tratar con asco y discriminación a los paraguayos.
¿Y qué podemos esperar? si nuestra legislación no vale nada en manos de autoridades que se dejan llevar por la buena viruta, mientras el Presidente Mario Abdo otorga los ministerios a gente totalmente incapacitada y el se refugia en su termo a leer la biblia, el país está siendo invadido, los indígenas abandonados a su suerte, echados de sus tierras para que estos extranjeros puedan seguir sacando ventaja de nuestro suelo, quemando lo que queda de naturaleza.