LOS BONOS SE “BONUS-FUMARON”
Después de la asunción de Mauricio Macri como presidente Argentino, se abrieron las cajas de Pandora, donde se encuentra, según lo dicen, involucrada la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner, acusada de enriquecimiento ilícito, dólar a futuro, la sobrefacturación de su hotel y la situación en que se encuentra la Argentina, en default. Dinero prestado de los fondos buitres y el Club de Paris, además del asesinato de un fiscal. En el caso de Cristina, los procesos judiciales que avanzaron a paso lento en 2015 parecen haber tomado vuelo en los últimos tres meses, desde que dejó el poder. La exmandataria incluso sumó una nueva denuncia por la que ya fue citada a declarar el 13 de abril próximo.
En 2015 la justicia desechó la denuncia que había presentado el fiscal Nisman contra la entonces mandataria días antes de morir, en la que la acusaba de firmar un pacto con Irán con la intención de encubrir la participación de ese país en el atentado contra la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA).
También la expresidenta fue citada a declarar en una investigación por presuntas irregularidades en los contratos de dólar futuro operados por el Banco Central de la República Argentina (BCRA) al final de su mandato. Se trata de un negocio multimillonario que benefició a grandes corporaciones y al poder financiero, que consistía en vender dólares a un precio bastante menor que el de mercado, algo ilegal. Será que no es muy parecido a lo que hacía HC con los dólares preferenciales?
CASO HOTESUR: Muchos analistas coinciden en que la causa que más compromete a la expresidenta es el llamado caso Hotesur, en el que tanto Fernández como otros miembros de su familia están imputados por presunto lavado de dinero. El proceso –que originalmente estuvo en manos del juez Bonadio, hasta que este fue apartado por pedido de los denunciados– investiga una posible maniobra de blanqueo de divisas ilegales o una devolución de favores por la adjudicación de obras públicas.
Concretamente se investiga si la sociedad Hotesur, que administra distintos hoteles y pertenece a Fernández, sus hijos y sobrinos, entre otros, alquiló cientos de habitaciones al empresario Lázaro Báez, un aliado del gobierno y uno de los principales concesionarios de obra pública durante el kirchnerismo.
CASO FINANCIACIÓN DE CAMPAÑA: Otra causa que se reavivó desde que Fernández dejó la presidencia es el de la investigación sobre la financiación de su campaña presidencial de 2007. La investigación se centra en los aportes realizados por empresas vinculadas a los sectores de la salud y a farmacéuticas, que representaron un tercio del total recaudado. Según el juez, varias de las compañías no pudieron justificar los fondos aportados, que estaban por encima de “los parámetros de dinero que manejaban estas empresas”. Algunos de los aportantes también tenían vínculos con el tráfico ilegal de efedrina, aunque el magistrado aclaró que será “muy difícil probar” esa relación.
Esta situación ahora se está repitiendo en Paraguay, pero no es CFK, sino es HC, quien en 2018, cuando entregará el cargo, hará entrega de un país altamente endeudado, en default (país en deuda por préstamos o compra de bonos soberanos), sin obras, y serias deficiencias salud, educación y lo peor, con una deuda abultada, que se pagaría en unos 30 a 40 años que el pueblo tendrá que pagar sí o sí con impuestos inflados, porque los bonos soberanos se usaron no se sabe dónde ni en qué, pero con grandes titulares en el diario La Nación, donde en letras mayúsculas decían “El Gobierno gastó en Obras viales en Paraguay 1.067 millones de dólares de los bonos”. Pero lo simpático de este titular es que el otro día el ramal Concepción – Vallemí, cuando vino un aguacero, se partió por el medio y se pudo ver el trabajo de quinta hecho con el dinero del bono soberano ndaje. Dónde están los puentes, los asfaltados, el metrobús, o algún teleférico para andar de góndolas aéreas de Asunción – CDE o viceversa, pero que no se vio. Hay rumores que esos bonos soberanos se hicieron efectivos en algún club de París (un foro de buitres especializados en compra de bonos de países tercermundistas).
Esto quiere decir y cabe destacar que la realidad de nuestro país en manos de este señor cada día está más tétrico, donde hay bonos soberanos, bonos municipales que se “bonus-fumaron” y no se sabe dónde están, pero dicen que están en la ruta Concepción – Vallemí, sin embargo el otro día en grandes titulares que esto parecía más un blequeado de Picasso que un asfaltado del Ministerio de Obras Públicas, partido por la mitad. Esperemos que también de las publicaciones hechas por este medio, el director Carlos Esteban Roa, no venga a engrosar la lista de difuntos por contar la verdad o señalar lo que está mal en nuestro país, y se vuelva un caso como lo suelen decir en la jerga policial ajuste de cuentas o quema de archivo.