Maniobra de fiscales de una condena fraguada
CURUGUATY (enviado especial) Realmente es sorprendente tanta hipocresía en el caso Curuguaty, donde murieron policías y campesinos de un enfrentamiento orquestado por sombras oscuras de aspirantes al gobierno o quizás de aquellos que supuestamente poner en práctica un nuevo rumbo. Donde en el palco de la marquesina de Campos Morombi ocurrió de todo un poco, evidencias manipuladas por algunos personeros como el exdiputado Julio Colmàn, perifonero de la zona. Algunos policías que según fuentes, un tal César Medina alias pirulo, se auto flageló de un disparo por el costado de su chaleco, para luego presentarse como víctima y héroe de la masacre. En fin, policías que mataron a sangre fría, un fiscal Jalil Rachid, pariente político del usurpador primero, Blas N. Riquelme, que se autodesignó propietario de un inmueble del Estado, donde no se supo de dónde vinieron las balas, pero había francotiradores escondidos que según las fuentes, también del helicóptero que sobrevolaba la zona, y había un francotirador. Una bala certera en la cabeza del comisario que supuestamente lo dijo que recibió de una escopeta cal. 28 a unos 10 metros de distancia y que es imposible dejar ese agujero en la frente, porque a 2 metros ya se dispersan los balines, pero el comisario Miguel Anoni, dijo que fue de un tal Villalba el primer disparo. Una falacia aberrante de este comisario judas escariote.
La aparición de la ministra de salud, Esperanza Martìnez, donde fue a verificar los cadáveres para observar las heridas, sin embargo cuando llegó al lugar, por orden de no se sabe quién se trasladó a los muertos a la morgue de Coronel Oviedo, donde ya fueron manipulados. Y cómo una ministra no está enterada? Médicos forenses que nunca estuvieron en el lugar, donde un jefe de policía Anoni dijo que divisaron 70 campesinos armados con escopeta y al final solo aparecieron solo 6 o 7 escopetas de caza, una evidencia que desapareció por arte de magia del helicóptero que sobrevolaba el lugar, porque tenían aparatos para filmar a 5 mil pies de altura y una empresa lo había colocado, que también puuufff..se esfumó.
Después tres fiscales, Juan Leonardi, Liliana Alcaraz y Nelson Ruiz, cínicos, sin vergüenzas, descarados que frente a las cámaras volvieron a repetir que ellos encontraron justo la condena, porque la evidencia era contundente, a pesar que tenían errores garrafales, que solamente se podría dar en una justicia paraguaya que está completamente contaminada por la impunidad y corrupción. Y allí como cereza de la torta vino la condena por personas con el título de juez pero antecedentes sombríos de la deshonestidad de estos juzgadores, que son principales coimeros, estuvieron en tapas de periódicos, estuvieron esposados ya sea por coima o negociar con narcos o quien aparezca por su camino, que no tienen dignidad ni honestidad para estar sentados como juzgadores, condenando a inocentes, ya sea por presión política o por ordenes oscuras de algún ex presidente o un tabacalero borrachín.
En fin, por ese carrusel de vividores zánganos que tiene este país desde hace tiempo por tener un pueblo que todavía sigue haciendo la siesta, mientras éstos utilizan cualquier tipo de mecanismo, ya que en Paraguay la justicia y los politiqueros andan como novios, tomados de la mano, vilipendiando a un pueblo que hasta hoy día no sabe votar y muchos que no tienen conciencia de compartir con todos lo que es de todos, los beneficios, derechos que debería dar el gobierno o estado, porque estado es el pueblo pero en algunos casos solamente serán para familiares de ellos mismos o para quien tenga la bombachita menor, una cola exuberante y un garaje para poner el Porsche, ya sea de la cilindrada y tamaño que fuere. Un país que desde tiempos otroras fue vilipendiado por argentinos, brasileros, que nos robaron un pedazo de tierra y el 16 de agosto estos rapaiz cometieron el peor genocidio de la historia, matando a millares de niños y niñas en la batalla de Acosta Ñu y hoy en día cualquier presidente nos llama nossos irmaos ndaje. Una guerra de la triple alianza que simplemente tenia como propósito robar lo mas preciado que tenia el corazón de américa del sur. El progreso y la riqueza y ahora, no son solamente ellos que están cometiendo estos delitos y vejaciones, sino los propios paraguayos, que se hacen llamar de políticos y que viven de la ignorancia de este pueblo paraguayo que esperemos pueda despertar de esta lúgubre pesadilla y puedan poner un fin a estos vividores descarados sin vergüenzas que están sentados en palacio de gobierno, en la corte suprema y el Congreso.