CIUDAD DEL ESTE (Realidad fatidica, por Noelia Orué) Recordemos que ya hace como ocho años atrás, el 14 de junio de 2012 la lucha viva que se produjo en Curuguaty Paraguay en la que murieron unas 17 personas cuando los policías del Estado intentaron desalojar de tierras públicas a 70 labriegos. Estos campesinos no se imaginaron que la impunidad y la injusticia dejaría sus huellas marcando un antes y un después en la vida de ellos.
Hacemos el recuento de los hechos, el 14 y 15 de junio se produjo una orden de desalojo contra 70 campesinos de las tierras públicas Marina Kue, en el departamento de Canindeyú, la cual habían ocupado para exigir una reforma agraria, sin embargo, la propiedad era reclamada por una empresa privada, Campos Morombí. En eso se produjo el conflicto entre los trabajadores del campo y policías, en el que murieron 16 de ellos. En consecuencia el Congreso emprendió un proceso político contra el presidente constitucional Fernando Lugo, que se desarrolló en un tiempo de cinco días y cuyo juicio se realizó en 24 horas.
El famoso helicóptero 2 que sobrevoló en la tragedia de Curuguaty contaría con toda las evidencias porque este aparato tenia una cámara que desapareció la grabación y como si fuera poco el piloto murió de forma extraña, quien sería testigo clave para la carpeta fiscal. Por más que han pasado ocho años de aquel suceso, muchos de los que padecieron de esta injusticia que se vivió en aquel momento, ha dejado heridas abiertas por la que muchos lo recuerdan con dolor.
Todo debió haber sido diferente si se hubiese hecho como correspondía (se hubiese evitado una masacre), se supone que lo habían intentaron pero no fueron persistentes en hacer lo bueno. La injusticia propiciada por el sistema judicial solo fue parte del sostenimiento y permanencia del Estado que bajo sus mandantes quiso ocultarnos la verdad, pero para otro caso similar o peor es preciso defender nuestros derechos con ensañamiento y el coraje del pueblo paraguayo apoyando lo correcto, porque de esa manera se conseguiría una mejor respuesta y así se impide que se siga repitiendo la injusticia en nuestro país.
Aun existen imágenes de la masacre implantadas en la memoria, hoy ha sido parte del pasado pero muchos de los que han sido victimas todavía siguen mirando hacia tan dolorosa injusticia que ha quedado impune, pero tarde o temprano la justicia siempre prevalece.